jueves, 29 de enero de 2009

CHINA, A LA CONQUISTA DE AMÉRICA LATINA.



China, a la conquista de América Latina
Xulio Ríos (Le Monde Diplomatique en español nº 159, xaneiro/2009)





En la segunda cumbre empresarial China-América, reunida en Harbin, capital de la nororiental provincia de Heilongjiang, en la segunda quincena de octubre último, se ha dado una nueva vuelta de tuerca a la cooperación empresarial, considerada la “fuerza principal” para impulsar la cooperación entre China y América Latina. [Foto: Segunda Cumbre Empresarial China-América Latina, celebrada en Harbin del 20 al 21 de octubre de 2008].

La coincidencia de la visita del presidente Hu Jintao a tres naciones de América Latina (Costa Rica, Cuba y Perú) durante el pasado mes de noviembre con el anuncio de la integración de China en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) como país donante unos días antes y la publicación de un Libro Blanco sobre América Latina, en el cual se sintetiza la estrategia política del gigante oriental en esta región(1), evidencian de forma contundente el creciente interés de Beijing por América Latina. Hu visitó también la región en 2004, con escalas en Brasil, Chile, Argentina y Cuba, llevando consigo grandes promesas de inversión, muchas de las cuales nunca llegaron a materializarse. En 2005 visitó México. Por otra parte, sólo en 2008, visitaron China los presidentes de Chile, Brasil, Perú, México y Venezuela. Ambas partes perseveran en la búsqueda de un lenguaje común.

El ingreso de China en el BID como país donante, después de quince años de intensas negociaciones, es revelador tanto de la intensidad y efectos de la crisis financiera actual –lo que ha permitido acelerar el delicado proceso de adhesión– como de la creciente influencia de Beijing. China se ha comprometido a aportar 350 millones de dólares para fortalecer algunos de los programas clave de esta entidad, incluyendo préstamos blandos destinados a Bolivia, Guyana, Haití, Honduras y Nicaragua(2). El ingreso de China en el BID como miembro de pleno derecho contribuirá de forma decisiva a la capitalización de esta institución, el principal prestamista de los países latinoamericanos y del Caribe. En él participaban ya otros dos países asiáticos: Japón y Corea del Sur.

Los objetivos generales de la aproximación china a la región son bien conocidos. De una parte, económicos, y centrados, al igual que en África, en la necesidad de acceder a las materias primas necesarias para impulsar su crecimiento, y, asimismo, desarrollar el comercio bilateral. De otra, políticos, con la perspectiva de aumentar su influencia y cosechar apoyos a su visión de un sistema internacional en permanente cambio. En este sentido, el nuevo clima existente en las relaciones con Taiwán desde la llegada de Ma Ying-jeou a la Presidencia, ha abierto una “tregua” diplomática entre la isla y el continente dejando a un lado la difícil pugna por las alianzas, especialmente intensa en la región de América Central, donde solo Costa Rica reconoce a Beijing. La consolidación de dicha tregua repercutirá en el impulso de las relaciones económicas y en la afirmación de un entendimiento político que pasará a segundo plano dicha tensión.

El incremento de los intercambios económicos entre China y la región ha experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años. En 1995, China era el decimosegundo socio de América Latina, con un volumen comercial que apenas superaba los 8.000 millones de dólares; en 2007, sin embargo, ocupaba ya la segunda posición, multiplicando por trece aquel volumen de intercambio. El comercio bilateral, por otra parte, ha superado los 100.000 millones de dólares, objetivo fijado en 2004 para ser alcanzado en 2010. Según Xu Yinzhen, subdirectora del Departamento de Asuntos Americanos y Oceánicos del Ministerio de Comercio de China, el comercio entre su país y Latinoamérica aumentó el 52 por ciento en los primeros nueve meses de 2008 para alcanzar un valor de 111.500 millones de dólares(3). Según las cifras de las aduanas del país asiático, las exportaciones de China a la región latinoamericana en los primeros tres trimestres del año crecieron el 48,9 por ciento y alcanzaron la cifra de 54.500 millones de dólares. Por su parte, las importaciones aumentaron el 55,2 por ciento hasta sumar los 57.000 millones de dólares. China no sólo exporta baratijas a América Latina sino que se concentra en productos tecnológicos mientras adquiere componentes electrónicos (Costa Rica), aviones (Brasil), cerveza (México) o vino (Chile), atisbando las oportunidades que ofrecen sectores como la pesca, las telecomunicaciones o las infraestructuras. China y Brasil, por ejemplo, cooperan en el uso pacífico de la energía nuclear y en la exploración espacial.

Las principales apuestas chinas en la región apuntan al desarrollo de los rubros relacionados con la energía y las materias primas, a las infraestructuras y la cooperación tecnológica, con un pragmatismo que da cuenta de la escasa presencia de los factores ideológicos (el comercio con Cuba, por ejemplo, es inferior al registrado con Panamá, a pesar de no mantener relaciones diplomáticas con este país), si bien apreciando el giro político registrado en la región en los últimos años y mimando los nexos bilaterales tradicionales (China fue de los primeros países en ofrecer ayuda a Cuba –más de un millón de dólares– tras el paso de los huracanes Ike y Gustav).

En la segunda cumbre empresarial China-América, reunida en Harbin, capital de la nororiental provincia de Heilongjiang, en la segunda quincena de octubre último, se ha dado una nueva vuelta de tuerca a la cooperación empresarial, considerada la “fuerza principal” para impulsar la cooperación entre China y América Latina.

Por otra parte, en cuanto a la inversión directa no financiera en la región, que abarca comercio, manufactura y exploración de gas y petróleo, la cifra ascendió a 24.960 millones de dólares en junio de 2008, una cantidad poco relevante y que podría aumentar en años venideros teniendo en cuenta las inmensas reservas de divisas de que dispone este país. Brasil, México, Argentina, Chile y Perú son sus socios más importantes en la región y primeros beneficiarios de un hipotético impulso inversor.


¿Sólo economía?

China ha establecido asociaciones estratégicas con Brasil (a mediados de los 90) y, más tarde, con Venezuela, México, Argentina y Chile. Ahora, con Perú. Desde 1991 participaba en el BID como país observador, desde 1993 en la Asociación de integración de América Latina, y desde 2004 en la Comisión Económica de la ONU para América Latina y el Caribe. Cuenta, además, con presencia policial en Haití –país que reconoce a Taiwán– en el marco de una misión de Naciones Unidas.

En el citado Libro Blanco sobre la política de China en la región, el tercero después del referido a la UE (2003) y a África (2006), Beijing defiende una estrategia basada en el fomento de una relación equilibrada y la firma de Tratados de Libre Comercio (ya en vigor con Chile y en fase de negociaciones con otros países como Perú o Costa Rica) y el estimulo de las inversiones, habida cuenta de su reconocido potencial y la existencia de ámbitos de cooperación múltiples y diversificados. Dicho proceso avanza, pero no sin fricciones, producto de la asimetría de ambas economías y los riesgos que ensombrecen las oportunidades de negocio.

En lo político, China ansía el establecimiento de alianzas sólidas con los países de la región(4), fomentando la cooperación Sur-Sur y en asuntos globales que abra camino al logro de un mayor peso internacional en el contexto del reordenamiento en curso, acentuado por causa de la crisis de las economías desarrolladas. Por otra parte, pese a que su sistema político suscita mucho menos entusiasmo que sus éxitos económicos, coinciden ambos actores en el anhelo de fortalecer la soberanía nacional frente a los intentos externos de influir o condicionar sus decisiones(5).


En el patio trasero de Estados Unidos

Para los estados de América Latina, los beneficios de una relación más estrecha con China no son solamente económicos. A diferencia de EEUU, considerado en muchas capitales del hemisferio como un vecino arrogante y promotor de un intervencionismo desestabilizador, China aparece como un socio aceptable y respetuoso. La posible mejora de las relaciones bilaterales ante la expectativa de un cambio en la política estadounidense hacia la región ha redoblado la oportunidad de la reciente gira de Hu Jintao.

El avance chino en la región suscita una relativa preocupación en Washington. China asegura no querer competir con EEUU y ha promovido el establecimiento de un diálogo estratégico (2006) en el que participa, por parte estadounidense, Tom Shannon, subsecretario de Asuntos Hemisféricos del Departamento de Estado, con el declarado propósito de evitar cualquier conducta que pueda ser interpretada como un desafío. China es, en extremo, cauta y observadora de las preocupaciones de Washington. Quizás por ello, el presidente Hu Jintao ha eludido Caracas en su última agenda, a pesar de que Hugo Chávez ha visitado China en cinco ocasiones desde que reside en el Palacio de Miraflores y que Beijing ha iniciado la construcción en Venezuela de hasta 200 fábricas “socialistas” (para producir desde electrodomésticos a celulares) y reafirmado la cooperación en sectores estratégicos como el petróleo o la petroquímica.

China, por otra parte, mantiene intercambios militares con 18 países de la región y las visitas de delegaciones castrenses oficiales profundizan en unas relaciones que abarcan desde la capacitación militar a la hidrología. Cada año docenas de oficiales latinoamericanos estudian en los colegios militares chinos o asisten a seminarios organizados en dicho país para oficiales superiores. De igual forma, China ha enviado sus militares a formarse en Venezuela, Chile o Argentina. Desde 2007, se han organizado dos rondas de seminarios para oficiales superiores de defensa procedentes de los países caribeños(6).

La intensificación de las relaciones de China con América Latina puede derivar en dos escenarios principales. El primero vendría determinado por un aprovechamiento de su participación en el proceso económico de la región, posibilitando fórmulas de desarrollo que favorezcan la estabilidad regional. En el segundo, pesarían más los inconvenientes, no solo por los efectos inmediatos de esa relación, negativos, por ejemplo, en materia de empleo, medio ambiente o profundizando el perfil agroexportador de algunas economías, así como por el surgimiento de una nueva dependencia que dificulte una inserción adecuada de la región en la economía mundial, sino también por el incremento de las interferencias de EEUU, si llega a considerar la necesidad de contener la influencia china y dispone aún de capacidad para ello.


España es historia y cultura, pero no poder

La cooperación estratégica entre España y China en relación a América Latina no parece fácil, a pesar de que numerosas voces reivindican la presencia y experiencia española en la región, circunstancia que pudiera dar lugar a cierto interés por parte del gigante oriental. Pero más allá de casos particulares y puntuales, tiene difícil cabida. ¿Por qué? China ubica a España en relación a América Latina en el orden de la historia y de la cultura, pero no en términos de poder. España, aún participando en la reunión del G-20, no es un país líder. Ese diagnóstico, realista y pragmático, cuenta en China y cuenta mucho.

Tampoco los países de la región precisan apoyarse en España para llegar a China ni se cuenta, a propósito de la lengua castellana, con una plataforma como el Foro de cooperación de China con los países de habla portuguesa que, de existir, pudiera depararle cierto papel protagónico. Pensando en América Latina, en el ámbito de la seguridad y de la influencia efectiva, EEUU es el líder y por eso el diálogo estratégico en este tema avanza con Washington y no con Madrid, cuya imagen en la región acumula, además, serias taras de credibilidad.




Xulio Ríos,
director del Igadi y del Observatorio de la Política China
(Casa Asia-Igadi).

MULTINACIONALES QUE QUIEREN PROLONGAR LA GUERRA EN EL CONGO


Multinacionales que quieren prolongar la guerra en el Congo
por Jon Sobrino, teólogo
FUENTE: ACOGERYCOMPARTIR



Zenit, agencia de noticias del Vaticano, dijo hace poco que “la crisis humanitaria más olvidada en nuestro planeta es la del Congo” De vez en cuando en los medios asoma la tragedia pues ya no hay modo de ocultarla. Pero lo que se dice de ella es todavía irrisorio e insultante en comparación con la magnitud de la barbarie y el genocidio. Y no hay llanto, ni pedir perdón, ni propósito de enmienda. En esta Carta a las Iglesias de vez en cuando decimos una palabra sobre el Congo. Es un muy pequeño grano de arena.

Ahora, aunque no sea más que por pudor, volvemos a recordar a ese inmenso “pueblo crucificado”. Presentaremos, resumidamente, tres textos que han llegado a nuestras manos estos días. Terminaremos con una breve reflexión.

1. “Quieren prolongar la guerra en el Congo”En Periodista Digital del 27 de noviembre el jesuita Ferdinand Muhigirwa acusa a la comunidad internacional de querer prolongar la guerra en el Congo. “Si la comunidad internacional lo quisiera realmente, la guerra en la República Democrática del Congo terminaría en pocos días”.

Y da la razón. “Está claro que la raíz del conflicto son los minerales, de los que se benefician las empresas mineras y los países extranjeros, pero no la población autóctona que se ve obligada a vivir con menos de un dólar al día”. Los organismos supranacionales, como la Unión Europea, prefieren que la contienda se mantenga y ”se prolongue en el tiempo de forma interminable”.

El genocidio, por causa de la guerra y la pobreza, es claro. “Es terrible que en un país tan extremadamente rico la población viva abocada a tales niveles de pobreza”. Y crece la deshumanización.

En El Salvador lo entendemos bien. Desde hace décadas se produce el abandono progresivo de la agricultura: “la gente no quiere seguir trabajando en los sectores tradicionales porque prefiere enriquecerse en las minas” Y sufren los niños: “Las familias permiten a sus hijos abandonar el colegio desde edades muy tempranas para excavar. Creen que así se van a hacer ricos, cuando después la mayoría no consigue más de 50 dólares al mes”.

Son palabras mayores. 1. la guerra en el Congo es un genocidio que ha producido 5 millones de muertos en 15 años. 2. El genocidio puede ser detenido, pero la comunidad internacional, las democracias del Norte, no quieren detenerlo. 3. El Congo es un pueblo activamente crucificado.

2. “El teléfono celular: ataúd del Congo”En lenguaje periodístico Cristóbal Saura explicaba en El portal del medio ambiente, el 6 junio de 2007, por qué ocurre el genocidio y por qué se oculta.

El genocidio.
En las montañas orientales del Congo hay coltán y niobio, además de oro, diamantes, cobre y estaño. El coltán, abreviatura de colombio-tantalio, está en suelos de una antigüedad de tres mil millones de años. Se usa con el niobio para fabricar los condensadores para manejar el flujo eléctrico de los teléfonos celulares. Cobalto y uranio son elementos esenciales para las industrias nuclear, química, aeroespacial y de armas de guerra. Alrededor del 80% de las reservas mundiales de coltán están en el Congo.

Por el control de estos minerales escasos hay una guerra tremenda. Los poderes multinacionales quieren controlar la minería de la región. Conclusión: “el motivo del genocidio son estos minerales que buscan las corporaciones” y además están destruyendo la segunda área verde del planeta después del también amenazado Amazona.

Un poco de historia.
En 1996 Estados Unidos patrocinó una invasión de fuerzas militares de las vecinas Rwanda y Uganda. Hacia 1998 tomaron el control y ocuparon las áreas mineras estratégicas. Muy pronto, el ejército rwandés comenzó a ganar más de 20 millones de dólares por mes con la minería del coltán. Hay cientos de informes que denuncian abusos de los derechos humanos en esa región minera.

Las empresas con capacidad tecnológica convierten el coltán en el codiciado tantalio en polvo y lo venden a Nokia, Motorola, Compaq, Sony y a otros fabricantes que lo usan en teléfonos celulares y otros aparatos de tecnología “de punta”.

Keith Harmon Snow dice que para analizar la geopolítica del Congo y las razones de una guerra casi inacabable desde 1996, hay que comprender el crimen organizado por negocios multinacionales.

La guerra del Congo se planificó con las inversiones de corporaciones multinacionales de Estados Unidos, Alemania, China y Japón en la región. Y está apoyada por las más poderosas corporaciones, la Cabot Corporation y al OM Group, de Estados Unidos; la HC Starck de Alemania; y Nigncxia, de China.

Redes criminales, preparadas y mantenidas por esas multinacionales, practican la extorsión, soborno, violación y matanzas. Y obtienen beneficios sin precedentes con la minería del Congo. Hasta 6 millones de dólares en cobalto crudo salen a diario de la RDC. Sin embargo, casi nunca aparecen estas compañías en los informes sobre derechos humanos.

Personajes relacionados con el negocio del coltán han estado muy cercanos al gobierno de Estados Unidos. Sam Bodman fue llamado por el Presidente Bush en 2004 para ser Secretario de Energía. Nicole Seligman fue consejera legal de Bill Clinton. Muchos que alcanzaron posiciones de poder en la administración Clinton pasaron a altos cargos en Sony Corporation.

En el negocio participan distribuidores norteamericanos de armas, como Simax, y las compañías que fabrican material de guerra para el Pentágono, llamadas “proveedores de Defensa”, Lockheed Martin, Halliburton, Northrop Grumman, GE, Boeing, Raytheon y Bechtel. Incluso organizaciones pseudo humanitarias como CARE, el Comité de Rescate Internacional; “Conservation”, empresas de relaciones públicas y grandes medios de comunicación como The New York Times.

Se han hecho grandes fortunas, vendiendo electrónica de alta tecnología para que la disfruten los norteamericanos y europeos, los japoneses y los “nuevos ricos” de América Latina, China y la India.

El encubrimiento.
El 5 de junio de 2006, se leía en la portada de la revista Time: “Congo: El Peaje Oculto de la Guerra más Mortal del Mundo”. Es cierto que el artículo mencionaba brevemente el coltán y su uso en los teléfonos celulares y en otros aparatos electrónicos. La guerra era una tragedia horrible, pero nada decía de las actividades de las corporaciones y los gobiernos extranjeros, para, a través de la guerra, apoderarse del coltán. Ni tampoco, de quiénes obtienen de esta guerra resultados financieros y políticos.

Johann Hari en The Hamilton Spectator, el 13 de mayo de 2006, sí analizó el origen de esta y otras guerras en África. “El único cambio a través de las décadas ha sido qué recursos naturales se buscan para consumo occidental: caucho bajo los belgas, diamantes bajo Mobutu y ahora coltán y casiterita”. Lo más cruel es que los medios no dicen nada de que estos conflictos han llevado a la población africana a una vida inhumana.

3. “Cada kilo de coltán cuesta la vida a dos niños”
Lo dice Alberto Vázquez Figueroa en el ABC del 12 de noviembre de este año. Cuenta el impacto de la guerra del coltán en los niños. Reproducimos sus reflexiones, formuladas con palabras de las preguntas y de sus respuestas.

“Los niños, de entre siete y diez años, son grandes víctimas de la lucha por el coltán. Son terriblemente explotados, y se les “paga” 25 centavos de euro al día. ¿Estamos ante la esclavitud del siglo XXI? El coltán lo extraen niños porque se encuentra en yacimientos a muy baja profundidad, y con sus pequeños cuerpos son los que caben mejor por los recovecos.

Muchos de estos niños mueren víctimas de horribles desprendimientos de tierra. Y se quedan ahí enterrados. Lo que no han querido las empresas que fabrican aparatos con coltán es que eso se supiera. Yo he vivido dos décadas en África y algo había oído. Hay fotos de esa barbaridad: niños semiesclavos respirando polvo mientras llueve a mares o se los lleva la riada. Eso es un infierno. Han llegado cientos de miles de refugiados y aquello es un desastre.

Yo me pregunto: ¿cómo en el siglo XXI toda nuestra tecnología depende de que haya un niño dando martillazos a una piedra y a un pedazo de tierra que se le viene encima? ¡Esto es de locos! Todos recordamos a tutsis y hutus matándose a machetazos, no olvidamos las iglesias quemadas con toda la gente dentro, ni a los niños perseguidos, con los brazos y narices cercenados. 700,000 desplazados y ya casi cinco millones de muertos ¡por el maldito coltán y para que nosotros tengamos una vida más cómoda!

No paramos la guerra porque las grandes empresas y gobiernos no quieren que se pare. Si se paraliza la guerra no se hace negocio con el coltán. Se quedaría en el Congo. Quien controle el coltán controlará nuestra vida”.

Reflexiones desde El Salvador
1. No es posible leer textos como éstos sin sentirse mal, pero alguno podrá preguntarse por qué fijarnos en el Congo cuando en El Salvador también vivimos en medio de gravísimos problemas. Y además, poco podemos hacer. La respuesta es: “por pudor”. No se puede ser humano, ni en El Salvador ni en Roma, si no hacemos hoy central el dolor del Congo.

Y también por un mínimo de honradez. En los peores años de represión contra el pueblo salvadoreño, se levantaron voces en Estados Unidos y en Europa para dar a conocer nuestra tragedia y ofrecernos solidaridad. Poco podemos hacer desde aquí, pero al menos difundamos lo que está pasando en el Congo.

2. Por lo que toca a la UCA, ahora que recordamos a nuestros mártires jesuitas sería irresponsable no recordar a los jesuitas del Congo y sus mártires. Un jesuita, Christophe Munzihirwa, arzobispo de Bukavu, fue asesinado en 1996 por defender a cientos de miles de refugiados. Lo llaman “el san Romero de África”.

Ahora recibimos este mensaje de Ferdinand Muhigirwa, jesuita congoleño, director del Centro de Estudios para la Acción Social que clama desde Kinshasa. Nos recuerda las palabras de nuestros mártires. Y nos sentimos hermanos. Y nos acordamos también del Padre Arrupe, cuando nos exigió a todos “la lucha por la justicia”, pagando el precio necesario. 49 jesuitas han sido asesinados desde entonces en el tercer mundo. Y el mismo Padre Arrupe sufrió fuerte persecución al interior de la Iglesia.

3. La realidad del Congo desenmascara la falsedad del “mundo de abundancia, civilizado y democrático”, lo acusa y lo juzga. Casaldáliga escribe: “África ha sido llamada el calabozo del mundo, una Shoá continental”.

Nuestro amigo Luis de Sebastián ha escrito un impresionante libro con el título: “África, pecado de Europa”. Bueno y necesario es recurrir al lenguaje religioso de “pecado”. No es políticamente correcto, pero el lenguaje civil, correcto y democrático, no ha descubierto una palabra equivalente. En teología, “pecado” es “lo que da muerte”. Dio muerte al hijo de Dios y sigue dando muerte a millones de hijos e hijas suyas.

4. Por coincidencia, escribimos estas páginas en el tercer aniversario de la muerte del Padre Jon Cortina.

En el salmo hemos rezado: “En el consejo de los dioses se levanta Dios y los acusa: “¿hasta cuándo juzgarán inicuamente? Juzguen a favor del débil y del huérfano; hagan justicia al humilde y al indigente; liberen al débil y al pobre y arránquenlos de las manos de los impíos”.

Es el juicio de Dios ante la guerra de El Congo contra los dioses, imperios, transnacionales, medios de comunicación.

5. Y permítanme una reflexión personal. Yo me enteré que había una guerra en el Congo hace unos diez años. No sabía lo que era el coltán, ni para qué servía. Y menos sabía de los criminales manejos de occidente para conseguirlo.

De todo ello no me enteré ni en la UCA, ni en mis visitas a Estados Unidos y Europa. Me lo contaron sencillas religiosas que vivieron las tragedias de Ruanda y Burundi, y trabajaron en los campos de refugiados de Bukavu, el Congo. Me abrieron los ojos.

Y les he visto trabajar en comités de solidaridad en toda España, con suma sencillez, con medios muy limitados, pero con gran lucidez y amor. Publican Umoya, revista sobre la realidad actual de África. Siguen adelante. Y son las que más saben de África.

Me recuerdan las palabras que le escuché a Joe Moackley, congresista por Massachussets, cuando venía a defender a los campesinos salvadoreños de la represión del ejército gubernamental: “cuando tengo que votar en el Congreso sobre nuestra política en algún país del tercer mundo, para informarme no me pongo en contacto con nuestras embajadas, sino con religiosas que trabajen allí. Son las que más saben”.

6. Con el coltán se hacen misiles, teléfonos celulares y hasta juguetes. Cuando los usemos recordemos a los 5 millones que han muerto en esta guerra, y recordemos a gentes como Ferdinand Muhigirwa, que nos mantiene en la verdad y en el amor.

7. A las personas a las que he visto mantener la esperanza para el Congo son las religiosas que han estado allá. No son ingenuas, pero con cariño y admiración recuerdan la bondad que han visto.

LA PURIFICACIÒN DE GOYA

La purificación de Goya JONATHAN BROWN Historiador
Jueves, 29-01-09
Diario ABC


En el mes de mayo de 1814, el gobierno de Fernando VII, recién restaurado al Trono de España, empezó un proceso de purificación de miembros de la Casa Real de José Bonaparte, con el fin de identificar a los colaboradores con el gobierno intruso. Entre ellos estuvo Francisco de Goya, que les convenció de que era inocente. Desde hace diez años, Goya ha tenido la desgracia de ser sometido otra vez a un «tribunal de purificación», con el fin de «matar» algunos de sus cuadros más conocidos. No hace falta que me refiera al largo y detallado análisis de El Coloso, escrito por la doctora Manuela Mena y publicado por el Museo del Prado en su website, con la intención de desterrar la obra del corpus de Goya. No es mi intención sumarme a uno u otro de los bandos, sino ofrecer algunas observaciones de tipo metodológico.

El texto de la doctora Mena se divide en 16 capítulos con una extensa documentación y bibliografía. Los primeros apartados tienen que ver con la historiografía del cuadro, en los cuales ofrece algunos nuevos datos sobre la procedencia de la obra, aunque ninguno de ellos pesa sobre la cuestión de la atribución. También presenta un repaso, muy útil, de las distintas interpretaciones del cuadro, menos la más reciente, el artículo de Jesusa Vega (Revista Goya-septiembre 2008), en el que se ofreció una defensa muy importante de la atribución.

Una novedad importante es la discusión del supuesto número de inventario que habitualmente se ha citado como prueba de que el cuadro fue donado por Goya a su hijo Xavier en 1812. Parece que los cuadros que pasaron a Xavier fueron marcados con la letra «X» y el número del inventario correspondiente. Es al desligar el cuadro de esta conexión donde abre la puerta a una reconsideración de la atribución.
Los argumentos aducidos contra El Coloso por la doctora Mena tienen dos partes. La primera parte se dedica al estudio técnico (aunque echo de menos la colaboración directa de la jefa del Gabinete Técnico del Prado, doctora Carmen Garrido). Como he dicho en varias ocasiones, los datos técnicos prometen una seguridad que no pueden garantizar. Como el examen de la misma superficie de un lienzo, los datos invisibles necesitan la interpretación de los expertos, y es aquí donde la tierra empieza a temblar, porque estamos lejos de haber terminado el examen técnico de toda la obra de Goya. Así, las lecturas de los rayos-X y las muestras de los pigmentos no pueden ser sino provisionales. Desde este punto de vista, es arriesgado opinar que «Goya, sin embargo, utilizó siempre la capa de color de la preparación de la tela, rojiza generalmente, etc. (Sección 9).» En estos capítulos, la doctora Mena nos ofrece una mezcla de análisis y retórica sin distinguir entre ambos. Supongo que la táctica es acumular el mayor número de argumentos posibles para no dejar lugar a dudas porque los datos no hablan por sí mismos y no son contundentes.

En la sección dedicada al análisis estilístico (10), ocurre lo mismo. La primera meta es disminuir la destreza de El Coloso. «No se consiguió (el pintor desconocido) la definición de su anatomía y musculatura, como se ve en Goya, pintándolo con una técnica mediocre, sin grandeza ni veracidad.» Encontramos aquí otra vez el recurso a la retórica y, lo que es más importante, la suposición que Goya como pintor cambió relativamente poco a través de los 50 años de su carrera. De este modo, Mena compara El Coloso (ca. 1815.) con cuadros de épocas distintas: La familia de Carlos IV, (1800); La Pradera de San Isidro (1787) y El Prendimiento de Cristo (1798). ¿Por que no escoge, por ejemplo, las figuras secundarias del Entierro de la sardina (ca. 1812), que son más cercanas en fecha a El Coloso?

Una distinción importante a la hora de hacer o deshacer atribuciones de cuadros a Goya es la que discrimina entre sus obras encargadas y privadas. Como es conocido, la carrera de Goya sigue dos caminos paralelos. Por un lado, tenemos, por ejemplo, Goya pintor real u oficial. Aquí cabe la gran cantidad de retratos de personajes reales, de la aristocracia y los cuadros de historia (por ejemplo El Retrato de Floridablanca, El Dos de Mayo). Estos cuadros suelen ser de gran formato y están realizados con mucho cuidado, como es de esperar. El Goya «privado» es un pintor distinto. Las obras de esta índole suelen ser de dimensiones pequeñas y ejecutadas con una técnica suelta, como, por ejemplo, El Coloso, entre muchas otras. En otras palabras, las obras pequeñas pueden comprenderse como si fueran en realidad una especie de laboratorio en donde Goya se sentía libre para ensayar nuevas ideas e incluso técnicas. Relacionada con este ensayo de atribución, esta diferencia parece una cuestión tan obvia como importante.

En su estimación del Goya pintor, la doctora Mena parece seguir los criterios de Juliet Wilson-Bareau, la distinguida goyista, quien ya los ha hecho explícitos en muy distintas publicaciones. Su vision de Goya es la de un artista que nunca comete errores ni fallos artísticos. Yo le veo de un modo algo más desigual y dejo un margen más amplio cuando analizo sus cuadros. (Vid. la ficha que hice sobre La lechera en Goya´s Last Works, The Frick Collection, 2006.)

Finalmente, llegamos a la sección final, la posible atribución de El Coloso al ayudante de Goya, Asensio Juliá. Esta hipótesis se refuerza con las inciales «AJ», encontradas, como declara la doctora Mena, «en el ángulo inferior izquierdo, en una zona habitualmente rerservada a las firmas de los autores» Es ésta una exageración, por cierto, porque no hay un lugar fijo para la firma de un pintor. Claro que es un detalle, pero no resulta carente de significado para entender la táctica de la doctora Mena. Toda esta sección, como la autora reconoce, es especulativa hasta que conozcamos mejor la vida y obra de Juliá.

La composición y la iconografía de El Coloso son francamente geniales. Las reglas del juego (o mejor dicho, la responsabilidad profesional de un historiador/una historiadora de arte) exigen que, al quitar un cuadro canónico del corpus de un gran pintor, se cumpla con la obligación de identificar quién sería capaz de haber ejecutado la obra. Como dice la doctora Mena, todavía tenemos delante de nosostros el reto de estudiar las carreras de los ayudantes, seguidores e imitadores del gran maestro. Hasta que ese día llegue, es más prudente esperar antes de descatalogar una obra importante de un maestro importante.

Lo malo es que parece que hemos terminado donde empezamos, con dudas no resueltas -la ciencia de las atribuciones debería ser más bien llamada la religion de las atribuciones-. Sin embargo, agradecemos a la doctora Mena por ofrecernos una explicación exhaustiva de su opinion negativa de la atribución de El Coloso a Francisco de Goya. Ahora, ¡comencemos de nuevo el debate!

miércoles, 28 de enero de 2009

OBAMA Y SUS ASESORES ECONÓMICOS.


JUAN TORRES LÓPEZ
23/01/2009

www.elplural.es


Obama y sus asesores económicos


La llegada a la presidencia de Obama ha suscitado esperanza y consuelo. En gran parte está justificado por la movilización ciudadana que lo ha impulsado y también porque es cierto que su lenguaje es muy distinto al que ha presidido la acción política de Bush durante ocho años.
Es de desear que su trayectoria se conforme como una práctica realmente distinta y que se traduzca en políticas que conlleven bienestar y no mayores privilegios para los más ricos que, como el propio Obama ha dejado caer en su discurso de toma de posesión, es lo que ha ocurrido en los últimos años.

Pero no conviene llamarse a engaño porque parece que será muy difícil que Obama camine por sendas muy diferentes a las de antecesores a tenor de los asesores y ministros de los que se está rodeando.

Cuando el ya presidente decía en su discurso que "no nos disculparemos por nuestro modo de vida" me resultaba inevitable no vincular ese propósito aparentemente inocente con las ideas de Laurence Summer, que será el director del Consejo Económico Nacional.

Summers fue Vicepresidente del Banco Mundial en la década del 90 y como tal envió un memorandum el 12 de diciembre de 1991 a las autoridades del banco (que fue filtrado meses más tarde por The Economist) en el que se preguntaba: «Entre nosotros, ¿no debería el Banco Mundial fomentar más la emigración de las industrias sucias a los países menos desarrollados?" La respuesta que daba a esa cuestión era muy clara y taxativa: "una cierta cantidad de contaminación perniciosa debería ser realizada en países con costos más bajos, con menores salarios, por lo que las indemnizaciones a pagar por los daños serán también más bajas que en los países desarrollados".

En opinión de quien ahora tendrá una influencia decisiva en la política de Obama, "las sustancias cancerígenas tardan muchos años en producir sus efectos, por lo que estos serán menos llamativos en los países con una expectativa de vida baja, es decir, en los países pobres donde la gente se muere antes de que el cáncer tenga tiempo de aparecer". Además, seguía diciendo, "la preocupación por un agente que causa un cambio en 1 punto en 1 millón en las posibilidades de cáncer de próstata será, obviamente, mucho más elevada en un país en que la gente vive lo suficiente para contraer cáncer de próstata que en un país donde la mortalidad por debajo de los 5 años es de 200 por mil".

Las ideas reaccionarias de quien va a tener tanta influencia en el gobierno de Obama no se limitan al campo de la ecología. Hace unos meses justificó la escasez de mujeres en puestos jerárquicos en el área de las ciencias y la ingeniería, afirmando que las mujeres se niegan a trabajar muchas horas al día por tener que ocuparse del cuidado de sus hijos y por diferencias genéticas que provocan que los varones tengan mejores notas que las mujeres en ciencia y matemáticas. Y para confirmar sus tesis afirmó que si le daba dos camiones a su hija, los iba a tratar como muñecas y a uno lo iba a llamar mamá y al otro, papá.
Otro economista que tendrá gran influencia es Timothy Franz Geithner, que será el Secretario del Tesoro. A lo largo de su carrera ha trabado con Kissinger, en el Council on Foreign Relations (que financian las más grandes y poderosas corporaciones), en Wall Street y en el Fondo Monetario Internacional, en donde entró de la mano de Paul Volcker en la etapa de limpia de todo lo que oliera a keynesianismo, tal y como ha narrado en alguno de sus libros Joseph Stiglitz.

Su experiencia y la práctica en estos organismos fue la de un convencido neoliberal perfectamente simbiotizado con los intereses financieros más poderosos de Wall Street y que definitivamente pasó la reválida como gobernador del Banco de Nueva York.

Allí no solo facilitó y amparó la difusión de los productos financieros que han provocado la crisis actual sino que tuvo la oportunidad de mostrar sus escasos dotes de adivino cuando afirmaba (lógicamente para favorecer los intereses bancarios) que la difusión de los derivados financieros daría estabilidad a la banca.

Como miembro del llamado "Grupo 30" ha sido uno de los que ha diseñado la estrategia de creación y difusión de los productos sobre los que se ha basado la especulación financiera de estos últimos años, de modo que cuesta mucho trabajo creer que a partir de ahora asesore a Obama en sentido contrario, para acabar con la "avaricia y la irresponsabilidad" de quienes provocaron la crisis.

Tan relevante ha sido el papel que han jugado hasta ahora estos dos economistas que hasta The New York Times subrayaba hace poco la responsabilidad de ambos en la promoción de los vehículos financieros que han desatado la debacle actual y su afán por salvar, ante todo, a los bancos.

Por otro lado, el nombramiento de Cristina Romer, catedrática de Economía de la Universidad de California-Berkeley, como Directora del Consejo de Asesores Económicos de Obama quizá pueda contrapesar en otra dirección, aunque su papel, en todo caso, será mucho menos influyente que el de los dos anteriores.

Romer es conocida por sus trabajos en los que ha demostrado que las rebajas fiscales propuestas principales por los gobiernos liberales no se consolidan a medio plazo porque en unos cinco años vuelven a producir aumentos en la recaudación fiscal. Esa idea le permite afirmar que la mejor vía para reducir los déficits no es bajar los impuestos (en la confianza de que con menos recursos ser realizará menos gasto) tal y como afirman los liberales. Si bien no se la puede considerar una keynesiana a la antigua, no es tampoco una liberal como los anteriores, por lo que cabría esperar que significara un cierto contrapunto a las tesis más neoliberales que sin duda van a prevalecer en el gobierno económico de Obama, a tenor de la personalidad e ideología de los responsables de su puesta en práctica.

Finalmente, y aunque no sea en el terreno estrictamente económico a ellos habría que añadir a su jefe de gabinete y el secretario de Salud (quien quizá no casualmente fue invitado por primera vez a las reuniones del Club Bilderberg del pasado año) a quienes se les atribuye la función de frenar cualquier veleidad antiempresarial o izquierdista (por supuesto, en los parámetros que esta palabra pueda tener en esa contexto) del resto del equipo

Lo cierto es que Obama ya renunció a las subidas de impuestos a las rentas más altas o a las tasas sobre las emisiones de CO2 y que ha anunciado rebajas fiscales, aunque es verdad que junto a un inmenso programa de gasto público.

Los hechos dirán si predominan los viejos discursos y políticas al servicio de los poderosos o si Obama tendrá decisión, compromiso y fuerza para conseguir efectivamente que la esperanza se sobreponga sobre el miedo, como prometía en su discurso de toma de posesión.

Juan Torres López es catedrático de Economía Aplicada (Universidad de Sevilla).

Su página web: http://www.juantorreslopez.com

¿REALMENTE RESUCITÓ JESUCRISTO?

¿Realmente resucitó Jesucristo?

La supuesta tumba perdida

Francisco Varo



Entrevistamos a Francisco Varo, profesor de Sagrada Escritura en la Universidad de Navarra y colaborador de www.primeroscristianos.com, con motivo de un documentado artículo que ha publicado en Diario de Navarra (23.III.2007) acerca del reciente documental La tumba perdida, producido por el oscarizado James Cameron. El documental se hace eco de unas excavaciones en Jerusalén para poner en entredicho la resurrección de Jesucristo y su celibato.

¿Qué intenta probar el documental?
El documental dirigido por Simcha Jacobovici y producido por James Cameron titulado The Lost Tomb of Jesus (La tumba perdida de Jesús) ha difundido la noticia del hallazgo en Jerusalén de una tumba que, según se dice, contendría las sepulturas de Jesús y su familia. En él se divulgan unos hechos conocidos con detalle hasta ahora sólo por algunos expertos, y llega avalado por una investigación que se presenta como rigurosa.

¿Cuándo tuvo lugar tal controvertido hallazgo?
En los primeros días de marzo de 1980, mientras se realizaban movimientos de tierra en el barrio de East Talpiyot en Jerusalén, se descubrió una cámara sepulcral del siglo I que contenía diez osarios de esa época. Entre ellos había seis que tenían algo escrito. Uno decía en griego: Mariamenou (he) Mara (Mariamme también llamada Mara). Los demás, en arameo: Yoseh (José); Yehudah bar Yeshua‘ (Judá, hijo de Jesús); Mat[y]ah (Matías, una forma de Mateo); Maryah (María); y el que provocaría más revuelo tenía una inscripción torpemente rayada donde podía leerse algo así como Yeshua‘ (?) bar Yehosef (Jesús (?) hijo de José).
La primera información fue dada a conocer en 1981 por Yosef Gat, el arqueólogo que dirigió las excavaciones, y todos los detalles son bien conocidos del mundo científico gracias al informe técnico publicado por Amos Kloner en 1996. Desde entonces no se ha producido ningún hallazgo nuevo en relación con esa sepultura ni con esos osarios.

¿Es esa información veraz?
De los nombres que figuran en ellos no se puede extraer ninguna conclusión convincente sobre una supuesta relación con Jesús y los personajes mencionados en los Evangelios, ya que son muy comunes. Téngase en cuenta que sólo 16 nombres, 13 de varones (Simeon, Yosef, Yehudah, Eleazar, Yehoazar, Yohanan, Yeshua, Shaul, Hananiah, Matiah, Yehonatan, Yaacob y Hezekiah) y 3 de mujeres (Shelomzion [Salomé], Mariah-Mariamme y Marta-Mara) eran usados por más del 75% de la población. Todos los nombres inscritos en los osarios de esa tumba se encuentran entre ellos.
Teniendo en cuenta que la población estable de Jerusalén era de unas 100.000 personas, se calcula que debería haber en torno a 3.850 varones de nombre Jesús, de los cuales unos 250 tendría como padre a un José, y se llamarían, por tanto, «Jesús, hijo de José». Por eso, para intentar identificar con un cierto rigor científico a Jesús de Nazaret con alguno de los muchos «Jesús, hijo de José» que había en la ciudad será necesario tomar en consideración otros motivos que no sean simplemente el llevar ese nombre.
Uno de las razones que lleva a rechazar la identificación de los personajes de esa tumba con Jesús es que su familia estaba asentada en Nazaret y tenía raíces en Belén. Lo lógico sería que, si poseían una sepultura familiar, estuviera en alguno de esos dos lugares, pero no en Jerusalén. A esto se añade que, en las tumbas de Jerusalén, cuando se trata de personas pertenecientes a estirpes originarias de la ciudad, se señala quién es su padre (por ejemplo, Yehudah hijo de Yohanan), pero si se trata de familias de fuera, en la inscripción se indica su procedencia (Simeón de Ptolemaida). Si el osario fuera del Jesús que conocemos por los Evangelios, la inscripción debería ser «Jesús, hijo de José, de Nazaret», o simplemente «Jesús de Nazaret».

En cualquier caso, ¿aporta el descubrimiento algo que no supiéramos ya?
The Lost Tomb of Jesus no aporta ninguna información relevante que no fuera conocida. Sólo es original en dos cuestiones. Una de ellas, la supuesta identificación, carente de todo fundamento científico, de la Mariamenou (he) Mara con María Magdalena. Después del éxito comercial del Código Da Vinci es un ingrediente de éxito asegurado. La otra, la prueba del ADN sobre unos restos orgánicos que, según dicen, han podido ser rescatados de los osarios de Yeshua bar Yeshosef y Mariamenou (he) Mara, y que pondría de manifiesto que no hay entre ellos una relación de pertenencia a la misma familia de sangre. Como las tumbas suelen ser familiares, si no son consanguíneos ¡ha de ser su esposa! Aunque el análisis fuera riguroso, la conclusión sería temeraria. Pero si se tiene en cuenta, como lo señalaban los arqueólogos que realizaron la excavación, que en los osarios había restos de más de una persona, la conclusión es totalmente infundada.

¿Qué opinión merece este hallazgo entre los arqueólogos?
En los días que han seguido a la difusión del documental todos los arqueólogos han sido unánimes en rechazar las hipótesis que propone. No por razones religiosas, sino por la inconsistencia de sus razones y su notable falta de rigor científico. Tal vez sea un buen negocio. Pero no parece que vaya a plantear problemas a la fe de nadie que tenga algo de cultura y sentido común. En todo caso, han hecho reír a los expertos ante la vulgaridad de los tópicos y la ingenuidad del argumento empleado.

Contacto Mapa web © primeroscristianos.com 2006

OBAMA


Obama
Ignacio Ramonet (Le Monde Diplomatique, nº 158, diciembre de 2008).



Cuando el próximo 20 de enero, el nuevo Presidente de Estados Unidos Barack H. Obama tome posesión de su cargo en el Capitolio de Washington, quizá recuerde que ese edificio fue construido por esclavos negros. Y cuando, horas más tarde, se aloje con su familia en la Casa Blanca, probablemente rememore que esa residencia también fue edificada por esclavos.

Él no desciende de esclavos. Ni forma parte de lo que algunos llaman los “negros furiosos” que asustan a los blancos. Si una sola vez, durante la campaña electoral, el candidato demócrata hubiese alzado la voz para denunciar el racismo hacia la minoría de color, al instante hubiese sido acusado de resentido o de rencoroso. Y perdido la elección.

Por eso, su táctica consistió en repetir que la identidad racial no era su bandera, que ser negro no significaba ser el representante de los negros. Ello no le impedirá pensar, en el momento de su toma de posesión, que cuando él nació, en 1961, aún existían leyes racistas en varios estados de su país y que muchos afroamericanos ni siquiera podían ejercer su derecho de voto. Medirá el camino recorrido. Marcado por sangrientas luchas y por líderes de excepción como Malcolm X y Martin Luther King, asesinados ambos por grupos racistas.

La elección de Barack Hussein Obama es también un signo del vitalismo de la sociedad estadounidense. Una demostración de que el “sueño americano” sigue vivo. Que allí casi “todo es posible”. Un momento de aire fresco después de ocho años de hedores putrefactos y de prácticas repugnantes de la Administración de Bush. Por eso, prohibir la tortura y cerrar el penal de Guantánamo serán las primeras decisiones del nuevo Presidente.

Su singular biografía, su porte elegante, su oratoria mágica y sus dotes de líder carismático le han convertido en breve tiempo en una estrella política para la opinión pública mundial. Por vez primera, un Presidente de Estados Unidos (todavía sin gobernar) es popular en el mundo árabe-musulmán, en África y en América Latina. Regiones donde, por experiencia histórica, existe una desconfianza bastante generalizada hacia el Tío Sam. Muchos intelectuales críticos, dentro y fuera de Estados Unidos, han celebrado su elección ( léanse por ejemplo, pp. 6 y 7, las opiniones de Howard Zinn, Michael Moore y Tariq Alí ). Nelson Mandela, primer Presidente negro de Sudáfrica, en un mensaje de enhorabuena le declaraba: “Estamos convencidos de que usted va a poder finalmente realizar su sueño de convertir a Estados Unidos en un socio verdadero de la comunidad internacional que se consagrará a la paz y a la prosperidad para todos. Confiamos en que luchará usted en todas partes contra los flagelos de la pobreza y de la enfermedad” (1).

Unas esperanzas tan colosales y tan universales no podrán ser sino defraudadas. Por eso, en base a su experiencia de haber bregado con nada menos que diez Presidentes estadounidenses, Fidel Castro ha sugerido calmar los ánimos: “Sería sumamente ingenuo creer que las buenas intenciones de una persona inteligente podrán cambiar lo que siglos de intereses y egoísmo han creado. La historia humana demuestra otra cosa” (2).

Y es que lo más duro para Obama empieza ahora. En primer lugar, porque el inicio de su mandato coincide con el peor colapso económico en un siglo. Los estadounidenses esperan de él y de su equipo que consigan sacar al país del enredo de la crisis (inmobiliaria, bancaria, bursátil) en el que la Administración de Bush lo ha sumido. También le suplican que evite el naufragio industrial de los tres grandes fabricantes de vehículos, Ford, General Motors y Chrysler. Y la pérdida de millones de empleos.

Además, él mismo ha prometido instaurar un seguro médico universal que ansían como agua de mayo los más de 40 millones de ciudadanos desprovistos de cobertura médica. Sin contar el trabajo de Hércules que significará el lanzamiento de un ambicioso “Green New Deal”. Un gran plan de desarrollo de nuevas tecnologías verdes para romper la petróleo-dependencia. Y para acelerar un salto hacia la innovación técnica que vuelva obsoleto el uso de energías fósiles. Como cuando, hacia 1880, la electricidad sustituyó al vapor y al carbón.

Todo eso no se hará de la noche a la mañana. Costará muy caro y los beneficios no serán evidentes a corto plazo. Habrá impaciencias en un contexto social duramente afectado e irritado por las crisis. El entusiasmo de hoy podría entonces cambiarse en decepción, frustración y cólera.
Tampoco le será fácil al nuevo Presidente aplicar sus ideas de cambio en la política exterior estadounidense. La era Bush marcó quizá el apogeo de la hegemonía mundial de Estados Unidos. Un poder que ha resultado efímero y en definitiva poco eficaz. Porque las guerras en Irak y Afganistán han puesto de manifiesto que la supremacía militar no se traduce automáticamente en victoria política. Por otra parte, el auge de China y de la India permite deducir que los días de Estados Unidos como primera economía están contados.

O sea, que a Obama le va a tocar gestionar la “nueva decadencia” (3) de su país. Lo cual siempre resulta peligroso. Porque puede encontrarse a la merced de escaladas y sobrepujas. En América Latina las cosas podrían ir rápidamente mejor si Washington aliviara o suprimiera el embargo comercial a Cuba y restableciera una relación constructiva con Venezuela y Bolivia. Aunque no será tan sencillo ( léase, pp.1 y 20, el artículo de Marcos Roitman ).

Pero es en Oriente Próximo donde la situación seguirá siendo muy peligrosa. Y hasta puede empeorar. Por ejemplo, si retira las tropas estadounidenses de Irak, como ha prometido hacerlo, el vencedor de la guerra será objetivamente Irán pues los chiíes, aliados de Teherán, quedarán al mando en Bagdad. ¿Lo aceptará Arabia Saudí, gran enemigo de Irán al que acusa de expansionismo? ¿Lo admitirá Israel, amenazado de aniquilación por Teherán, y donde en febrero próximo se celebran elecciones que podrían ver la victoria del ala más dura de la derecha en torno a Benjamín Netanyahu y sus amigos “halcones”?
¿Qué hará Obama si estos dos Estados se las arreglan para obstaculizar la retirada de Washington?

Notas:
(1) Le Monde , París, 8 de noviembre de 2008.
(2) Fidel Castro, “La reunión de Washington”, Granma , La Habana, 14 de noviembre de 2008.
(3) The Financial Times , Londres, 18 de noviembre de 2008.

ASÍ SERÁ EL AÑO 2009


Miercoles 28 de Enero de 2009
Enero 2009. Numero 159
Así será el año 2009
Por Ignacio Ramonet
www.monde-diplomatique.es



"Balas para los jóvenes, dinero para los bancos". Este expresivo grito de ira de los amotinados de Grecia bien podría oírse, a lo largo de 2009, en otras ciudades europeas. Porque el año que empieza se va a caracterizar, como consecuencia de los despidos masivos que está causando la crisis, por un fuerte descontento social. Y éste desembocará en huelgas, manifestaciones y enfrentamientos que las elecciones europeas de junio próximo no calmarán.

Numerosos jóvenes -estudiantes o no-, son conscientes de que su destino es ir a dar a la mar de la precariedad ("generación 700 euros") o del desempleo. Desean hacer tabla rasa. Algunos se sienten de nuevo atraídos por los movimientos libertarios. En la atmósfera de lucha social que se avecina, las filas del anarquismo podrían engrosarse (1). Como en los años 1930...

Aunque en materia de política internacional no caben supersticiones, los años terminados en 9 son a menudo convulsivos. Basta con observar que, a lo largo de éste, se conmemorarán: los 10 años de la revolución bolivariana de Venezuela (febrero); los 20 años de la caída del muro de Berlín y de la implosión del bloque soviético (noviembre); los 30 de la "revolución islámica" de Irán (febrero); los 40 de la "revolución libia" del coronel Gaddafi (septiembre); los 50 de la revolución cubana (enero); los 60 de la revolución china (octubre); los 70 de la derrota de la República española en la Guerra Civil (abril); y los 80 de la crisis de 1929 y de la Gran Depresión...

Sin duda, la recesión económica será también la principal característica del año que comienza. Porque los efectos del triple crac de la construcción, de los bancos y de las Bolsas golpearán de lleno la economía real.

En ese contexto de descontento social, ¿representa el nuevo presidente de Estados Unidos, Barack Obama, una luz de esperanza? Menos de lo que creímos. Porque su equipo económico, en el que figuran varias personalidades ultraliberales responsables en parte de la crisis actual -como Robert Rubin, Lawrence Summers o Timothy Geithner-, no estará a la altura para cambiar las cosas.

Además, parece evidente que la nueva Administración de Obama será de centro-derecha, es decir más a la derecha que el nuevo Congreso surgido de las elecciones del 4 de noviembre (2). Lo cual augura tensiones más fuertes de lo previsto entre el Ejecutivo y el Legislativo. Los nuevos congresistas demócratas no dejarán de hacerse eco de las impaciencias de los electores duramente afectados por la crisis y profundamente irritados por el gigantesco fraude del estafador Bernard Madoff, así como por las ayudas masivas ofrecidas por el Gobierno a los banqueros. En suma, el entusiasmo de hoy hacia el nuevo Presidente podría, a lo largo del año, cambiarse en decepción, frustración... y cólera.

Su equipo de política exterior -constituido por Hillary Clinton, Robert Graves y el general Jim Jones- también resulta muy conservador para quien ha prometido dejar de imponer la democracia a punta de bayoneta.

El "foco perturbador" del mundo seguirá siendo Oriente Próximo, como lo han mostrado los recientes acontecimientos trágicos de Gaza. En Irak, las fuerzas británicas y las de todos los demás aliados de Estados Unidos, se retirarán en primavera. Por su parte, las tropas estadounidenses de combate dejarán de patrullar en pueblos y ciudades para replegarse en sus cuarteles. Y su retirada se acelerará. Rebrotará la violencia. El zapatazo del periodista Muntazer Al Zaidi al presidente Bush, el pasado 14 de diciembre en Bagdad, da una idea de la rabia de una parte del pueblo iraquí contra la ocupación estadounidense. ¿Conseguirá el nuevo y corrupto ejército iraquí impedir la dislocación del país?

Habrá elecciones decisivas en Israel, para la función de Primer Ministro, el 10 de febrero; y en Irán, para la Presidencia, el 12 de junio. La tensión entre estos dos países alcanzará niveles incandescentes ¿Desembocará en un conflicto abierto? Nadie debe desearlo pues las consecuencias geopolíticas serían imprevisibles. También económicas, ya que los precios del petróleo volverían a rondar los 150 dólares. Lo cual agravaría más aún la crisis actual...

En cuanto a Afganistán, país que Barack Obama desea convertir en la prioridad militar de su mandato, si Washington intensifica su intervención tendrá que multiplicar los ataques ilegales contra Pakistán, gigante demógrafico y a la vez potencia nuclear. Eso provocará una posible desestabilización de Asif Zardari, presidente de este Estado en quiebra, amenazado además por su poderoso vecino indio, después de los atentados de Bombay del 26 de noviembre pasado. Washington entraría entonces en un nuevo engranaje intervencionista que podría favorecer el rápido retorno al Pentágono de los "halcones", partidarios de un imperialismo duro y dominador. En Kabul, los estadounidenses tratarán de imponer a un "dictador presentable". Lo cual significará un regreso al realismo político (o sea, al cinismo) y el abandono del proyecto ético que ha defendido Obama durante su campaña electoral.

Otro gigante que puede reservar sorpresas es China. Porque la crisis -que se va a traducir en un aumento general del proteccionismo en el mundo y la consiguiente reducción de las exportaciones- le golpeará con mayor rudeza. Miles de fábricas cerrarán despidiendo masivamente a trabajadores desprovistos, en su mayoría, de seguridad social y de atención médica. Las protestas crecerán. ¿Conseguirán las autoridades de Pekín mantener la paz social? ¿A qué precio?

En América Latina, la incógnita principal será saber si Barack Obama aceptará el ramo de olivo que le ha ofrecido el presidente de Cuba, Raúl Castro, y si negociará por fin el cese del embargo comercial de la isla. Lo sabremos el 17 de abril cuando, con ocasión de la Cumbre de las Américas en Puerto España (Trinidad y Tobago), el mandatario estadounidense defina su nueva política para el hemisferio.

Entre tanto la crisis climática seguirá agravándose. Todo indica que el año 2009 será el de todos los peligros. Porque agoniza una era, la del neoliberalismo, y comienza, a tientas, un nuevo paradigma. Debiera también ser el momento de todas las oportunidades. Para empezar a edificar, por fin, un mundo mejor.


Notas:
(1) Este 15 de enero se celebra el II centenario del nacimiento, en Besançon (Francia), de Joseph Proudhon, padre del anarquismo.
(2) Moisés Naim, El País , Madrid, 30 de noviembre de 2008.

¿ES OBAMA DE IZQUIERDAS?


www.forumlibertas.com/La Firma
28/01/2009
Josep-Manuel Silva Alcalde, Consejero de Administración de la Corporación RTVE
¿Es Obama de izquierdas?


Su 'nueva era de responsabilidad' es una política basada en los valores morales y el comunitarismo

Barack Obama ya ha sido investido, por fin, presidente de los Estados Unidos de América. Fue el mejor candidato, hizo la mejor de las campañas y ahora tiene que demostrar que también será un gran presidente. Mientras, en España, de hecho en el mundo entero, todos se apuntan al carro obamista y quieren sacar partido de su éxito. El presidente del gobierno, Rodríguez Zapatero, ha dicho que el mensaje de Obama es socialdemócrata. Pero cabe formularse la pregunta: ¿es realmente Obama un político de izquierdas, desde la perspectiva europea?

En el partido demócrata existe un ala izquierdista, sin duda, pero no parece que Obama forme parte de ella. La selección de su equipo de colaboradores lo demuestra. Ha confirmado a algún alto cargo del gobierno republicano de Bush, como el Secretario de Defensa (que recuerda la decisión de Aznar en su primer mandato de mantener al socialista Eduardo Serra como Ministro de Defensa). El resto de su equipo está formado básicamente por “clintonianos”, al frente de los cuales está la mismísima Hillary, nada sospechosos de ser considerados radicales de izquierda.

En cuanto al contenido ideológico de sus discursos, desde los caucus de Iowa hasta el discurso de investidura, pasando por el famoso “yes we can” de New Hampshire (¡después de una derrota ante su rival en las primarias!) nos conducen a lo que él denomina “nueva era de la responsabilidad”. Una política basada en los valores morales y el comunitarismo. Nada que ver con la denominada “extensión de los derechos civiles” del Gobierno Zapatero, basada en el individualismo y en la ruptura de los valores morales tradicionales de la sociedad española.

Obama ha insistido, desde que empezó su campaña, en implicar a los ciudadanos en el Gobierno, en pedirles sacrificios por su comunidad. En España, la tendencia mayoritaria de la sociedad, alentada por el Gobierno socialista, es pedirle al Estado que resuelva todos sus problemas, pero sin implicarse en la gobernabilidad. No imagino a Obama regalando a todos los contribuyentes 400 dólares para afrontar la crisis.

Tampoco parecen muy de izquierdas, por lo menos nada que ver con la izquierda laicista que nos gobierna en España, las constantes referencias en los discursos de Obama a la fe y la religión como elementos de cohesión social y como recurso eficaz para superar la crisis. La espiritualidad es sin duda un fuerte apoyo en momentos de debilidad. Cuesta también imaginar al presidente Zapatero citando en un discurso las Sagradas Escrituras o la promesa hecha por Dios de que todos somos iguales.

Finalmente, se ha destacado como supuesto rasgo izquierdista el factor racial, el hecho de que Obama sea el primer presidente negro de la historia de los EEUU. Pero Obama nunca ha hecho campaña enarbolando la bandera racial. De hecho, ha escogido pocos negros entre su equipo de colaboradores. Él mismo no deja de ser un negro atípico, ni siquiera un clásico afroamericano descendiente de esclavos. Más bien al contrario, sus antepasados maternos (blancos) tenían esclavos. Y su padre era de Kenia, no de Alabama. A veces incluso me da la impresión de que Obama haya dejado de ser negro desde que ganó las elecciones. Como si quisiera traspasar la barrera de la raza. No creo que su política esté especialmente marcada por el factor racial y la defensa a ultranza de las minorías, y es posible que los líderes afroamericanos le acaben por reclamar más contundencia en ese ámbito.

No, Obama no es un izquierdista, ni siquiera un socialdemócrata. Quiso rendir homenaje a Lincoln, un republicano, viajando en tren hasta Washington y no tiene reparos en destacar la presidencia de Reagan, otro republicano, como una de las mejor valoradas de los últimos años. En términos de política europea, más bien me parece un centrista con voluntad de superar las fronteras partidistas y hacer una política para todos, un liberal en el sentido europeo de la palabra. Ahora falta por ver cuáles serán sus decisiones en materia de aborto o investigación con células embrionarias, que tal vez le puedan acercar algo más a la izquierda española.

Eso sí, de momento, Obama es capaz de generar un sentimiento global de fascinación como ningún otro político desde hace decenios.

LA CONSTRUCCIÓN DEL PARAÍSO: LAS REDUCCIONES DEL PARUGUAY

La construcción del Paraíso: Las Reducciones del Paraguay

Arbil
José Luis Orella
Número 119



El descubrimiento de América produjo la oportunidad de construir una sociedad más acorde con los designios cristianos. El traslado de las libertades municipales hispanas al mundo americano, donde su inmensidad les dará una particularidad propia. Además Utopia de Tomás Moro, influirá en Vasco de Quiroga, quien fue el primero que inauguró las primeras comunidades de indios, pero abrió la experiencia a la construcción del Paraíso guaraní que rigió la Compañía de Jesús hasta su eliminación por el borbón Carlos III.

La llegada de los españoles al continente nuevo supuso uno de los grandes hechos de la historia universal, y el gran acontecimiento de la historia de España. Las nuevas tierras descubiertas no fueron tratadas como colonias de explotación, como sería el caso posterior de ingleses y holandeses, sino que serían consideradas como una prolongación de la corona de Castilla. La Monarquía Hispánica, que se había formado por el matrimonio de los Reyes Católicos, había unido dos reinos muy distintos. La Confederación Aragonesa que orientaba sus aspiraciones a mantener el control del Mediterráneo, pero que había entrado en decadencia; y la Corona Castellana, que finalizaba con juvenil vigor, la labor de la Reconquista. Castilla se había conformado como una potencia política y militar, que se orientaba al Atlántico, con una fuerte rivalidad con el hermano reino de Portugal.

En aquella Castilla que vislumbra uno de los mayores hechos de la historia, la sociedad era eminentemente agraria, con un carácter disperso, efecto del carácter repoblador que durante siglos había ido extendiendo las fronteras cristinas hacia el sur. La carencia de un fuerte poder real y la necesidad de asentar población en las zonas limítrofes con los reinos musulmanes, fomentaron la concesión de fueros con un alto grado de autonomía política, judicial y económica [1] . Estos fueros eran las normas estatutarias que reconocían, en muchos casos, las tradiciones consuetudinarias de las comunidades de vecinos, establecidas de manera previa a los municipios. Durante los siglos XII y XIII, los reyes castellanos otorgaron numerosos fueros a nuevas villas, como nuevos focos de desarrollo comercial, dentro de los territorios con intereses agrarios. En las provincias vascas, entonces señoríos, se iniciará una fuerte polaridad entre las dinámicas villas de protección real, y los pueblos de tierra llana. A partir de 1480, los municipios castellanos tendrán que afrontar la tendencia unitaria de la Monarquía, mediante la presencia del corregidor, figura que encabezará al municipio como agente real. Sin embargo, las estrictas normas que ataban el comportamiento del corregidor ayudaban a perpetuar la libertad municipal, y ha consolidar el poder adquirido por los regidores. Estos, vinculados a familias poderosas del comercio, solían convertir en hereditario los cargos. En el XVI, eran 18 las ciudades castellanas las que tenían derecho a sentar representantes en las Cortes. En estas urbes del centro de la meseta surgirá un amplio sector de comerciantes, artesanos enriquecidos y caballeros propietarios que conformarán la oligarquía local dominante. Un elemento social en ascenso, que solía ser bien apreciado por los monarcas, para equilibrar el poder de una decadente nobleza, hambrienta de recuperar su antiguo poder, a costa del señorío real.

El cabildo llega a América


Esta institución municipal será la que llegué a América, con pleno vigor de facultades. La experiencia colonizadora de límites que se había llevado en la península, será instaurada por los pequeños contingentes humanos de los conquistadores. El cabildo municipal se convertirá en la única institución de gobierno en el nuevo continente, y los vecinos (padres de familia) los súbditos, detentadores de derechos y obligaciones, de la monarquía. El jefe de la expedición convocaba cabildo abierto a todos los componentes del cuerpo expedicionario. La nueva población, tomaba forma cuadricular, que recordaba a las polis griegas y los oppidum romanos, aunque en este caso, la plaza mayor se encontraba enseñoreada por la Iglesia y el Cabildo, representativas de las dos instituciones soberanas. En estos centros urbanos, según la población residente, se distinguían metrópolis, ciudades sufragáneas y villas. En todos los casos, los vecinos eran quienes habían recibido carta de vecindad por el fundador o el virrey. Ser vecino significaba ser padre de familia, propietario y tener domiciliación en el lugar. Quedaban, por tanto, excluidos los sacerdotes, los funcionarios no avecindados y los hijos de la familia no emancipados. La vecindad reconocía los derechos a votar y poder ser electo para los cargos públicos. En América por la gran extensión de tierra, no hubo problema de afincamiento de nuevos vecinos, aunque en el caso de los artesanos, eran los gremios quienes los examinaban y reglaban su admisión.

Con respecto a los miembros del cabildo, eran los mismos que en Castilla. La única diferencia entre ambos cabildos respondía a que la lejanía americana favoreció una mayor autonomía del poder local. La convocatoria de cabildo abierto, en el cual se reunían todos los vecinos y resto del común de la población, será bastante habitual. Las razones solían ser acordar ayudas económicas a la Corona, pago de impuestos y adopción de medias de seguridad especiales ante los piratas

Por esa razón, los alcaldes ordinarios, responsables de la jurisdicción civil y criminal; los regidores, encargados del orden público, abastecimiento de la ciudad, cuidado de las obras públicas; el alférez real, que llevaba el pendón real y sustituía al alcalde en caso de ausencia; los procuradores, quienes asesoraban en los aspectos comerciales del municipio; los fieles executores, responsables del control de cereal que entrase en la Alhóndiga y de los pesos y medidas de los comerciantes; el escribano, encargado de llevar el llamado Libro de Acuerdos, certificar las resoluciones y expedir testimonios auténticos de los documentos [2] , eran los mismos cargos existentes en la Castilla europea.

Sin embargo, el cabildo americano, del mismo modo que su originario peninsular acabo siendo patrimonio de las oligarquías locales, cuando la necesidad de dinero obligo a la Monarquía a vender los cargos públicos municipales, que se fueron convirtiendo en hereditarios de las principales familias criollas. Estas familias, detentadoras del poder local serán las primeras que adquirirán un sentimiento patriótico en clave secesionista [3] .

La construcción de Utopía

Pero que sucedía entretanto con la población indígena. El principal esfuerzo de los españoles fue el evangelizador, acompañado del civilizador, pero que nunca fue de integración del indio en una cultura superior, sino de introducirlo en la nueva civilización mestiza que surgía del encuentro de los dos mundos. Para los españoles, elevar la situación del indio era fundamental, para que pudiese ser un sujeto maduro que recibiese la buena nueva de la Fe católica [4] . La primera persona de renombre que inició la experiencia de reunir a los indios y organizarlos en comunidades fue Vasco de Quiroga. Llegó a la Audiencia de México en enero de 1531 y desempeñó ejemplarmente su misión junto con Ramírez de Fuenleal y otros tres oidores. Su primera medida fue llevar a juicio a Nuño Beltrán de Guzmán, Juan Ortiz de Matienzo y Diego Delgadillo, sus antecesores en el cargo, por el mal trato que habían dado a los indígenas y el asesinato del jefe de los tarascos. Vasco de Quiroga consiguió apaciguar de manera pacífica la revuelta de los indios, y se intereso por su futuro social y espiritual. El resultado fue la creación de Santa Fe, un poblado que llegará a tener 30.000 habitantes, que contaba con Iglesia, hospital y escuela, y donde se formaba a los indios para labores artesanales y agrícolas, además de recibir una buena formación evangélica.

La comunidad india se regía de manera jerárquica, siendo dirigidos por los de más edad. La alta dirección provenía de un rector, el párroco, que solía ser el único español del pueblo. El principal, con labores de alcalde, acompañado de tres o cuatro regidores, era elegido para tres o seis años, por los padres de familia, de manera similar a los cabildos castellanos. La tierra que laboran es de propiedad comunal del pueblo, siendo la jornada laboral de seis horas. El fruto del campo lo reparten de manera igualitaria, y lo que sobra es para reserva de los más necesitados. El modo de vida resulta sencillo e igualitario, vinculado a un hábito de trabajo, como elemento formativo del nuevo cristiano. Para este modelo social cristiano, Vasco de Quiroga, quien llegó a ser nombrado primer obispo de Michoacán, estaba fuertemente influido por sus lecturas de Platón, Tomás Moro y San Ignacio [5] . La formación humanista recibida en Salamanca había provocado que el jurista pudiese materializar las ideas de la Utopía de Tomás Moro en el nuevo continente, con la diferencia, que mientras en el inglés, no pasaron de ser un proyecto ideal de una comunidad pagana tolerante, en el abulense se materializó como la más completa acción de evangelización [6] .

No obstante, habrá un lugar en el continente que tendrá una fuerte repercusión historiográfica, y en el futuro, incluso filmográfica, donde la experiencia comunitaria de Utopía se realice a una escala aún mayor, será la acción misional llevada por los jesuitas en el Paraguay.

Los nuestros son como caballos ligeros

"Los nuestros son como caballos ligeros, que han de estar siempre a punto para acudir a los rebatos de los enemigos para acometer y retirarse y andar siempre escaramuceando de una parte a otra. Y para esto es necesario que seamos libres y desocupados de cargos y oficios que obliguen a estar siempre quedos."
(Ignacio de Loyola)

La idea de construir poblados exclusivamente para indios, alejados de los españoles, para evitar su explotación, siguiendo las enseñanzas vividas en los pueblos–hospitales de Vasco de Quiroga, incentivaron al virrey de Perú, Francisco de Toledo, y al Arzobispo de Lima, Santo Toribio de Mogrovejo, a fomentar la experiencia de las reducciones. Esta sería llevada por los jesuitas, cuando tuviesen autorización de su general para ello, ya que según sus constituciones no podían regir parroquias. En 1570 se hicieron cargo finalmente de dos doctrinas, la de Santiago del Cercado, en Lima, y la de Huarachorí, a cincuenta kilómetros de la capital. Seis años después recibieron la doctrina de Juli, junto al lago Titicaca, la que servirá de modelo para las reducciones paraguayas [7] .

Pero quienes eran aquellos jesuitas, que habían sido fundados recientemente por Ignacio de Loyola. El 27 de septiembre de 1540, el Papa Paulo III había dado la aprobación oficial a la nueva institución. La Compañía de Jesús había coincidido con otros clérigos regulares en la intensificación del apostolado, pero su manera de realizarlo era diferente. Su cuarto voto de obediencia absoluta al Papa en cualquier trabajo a que él quisiera enviarles, les dio el matiz de tropas ligeras que han tenido hasta la actualidad. Contrariamente a lo que se cree, los jesuitas no aparecieron como respuesta al protestantismo. El espíritu que impulsó a la fundación de la Compañía de Jesús fue la necesidad de renovación interior de la Iglesia. Por aquel entonces el universo católico sufría un gran desprestigio por la simonía, la falta de espiritualidad, la relajación de la moral y la decadencia de algunas órdenes religiosas, que como la de los benedictinos venía desde el siglo XIII, y la de las órdenes mendicantes desde el XIV. Como la reforma interior de las órdenes religiosas no fue suficiente, la siguiente medida fue la fundación de nuevas instituciones regulares que ayudasen a la reforma interior de la Iglesia. Entre estas aparecieron los teatinos, los clérigos de Somasca, los barnabitas y los jesuitas con un modo muy diferente de hacer apostolado.

La nueva orden estaba centralizada y jerarquizada buscando practicar la obediencia con perfección. El general, aunque controlado por la Congregación General, tenía un gran poder de gobierno por el nombramiento de superiores, rectores y provinciales. La formación de los futuros miembros era larga y dura para seleccionar los mejores en el periodo de preparación, expulsando al resto. El mantenimiento de la relación fraterna entre los jesuitas se mantuvo, aunque estuviesen destinados donde fuesen, porque su modo de vida no exigía un centro geográfico, sino espiritual.

La preocupación apostólica fue una prioridad para los jesuitas a la que subordinaron los otros componentes de la vida religiosa como ritos, plegarias, ayunos, devociones y obediencia. Para ello utilizaron indistintamente los medios naturales como instrumentos activos para la mayor gloria de Dios. Su finalidad era la vida activa en el sentido más amplio. Ignacio transformó el Opus Dei medieval en el Opus Animarum renacentista. Los jesuitas debían vencerse a si mismos para reordenar la vida interior y cumplir después con la voluntad de Dios [8] .

Los jesuítas construyen el Paraíso

El campo de acción de los jesuitas será un territorio muy distinto a México y al Perú, que habían sido feudo de dos grandes imperios. La región del Río de la Plata, muy extensa, contaba con una población muy dispersa y de hábitos nómadas. La presencia española había sido más débil, considerada marginal, comparada con los asentamientos mexicanos y peruanos. La dificultad de la comunicación y la presión armada de los indígenas, incluso favoreció el abandono de Buenos Aires, quedando las comunidades españolas en proceso de abandono. En aquella zona secundaria, La Asunción ocupaba uno de los lugares de avanzada hispana [9] . Sin embargo, la región fue una zona dura de colonización, teniendo que ser despoblada Buenos Aires en 1541, para poder reforzar la población decreciente del puesto de La Asunción. Mucha de la información, donde se recalca la dificultad del terreno, la belicosidad de sus habitantes y la innata tendencia a la rebeldía de los propios españoles, se la debemos al informe de Alvar Núñez Cabeza de Vaca, quien fue adelantado en 1540 en la región, hasta su posterior deposición por una revuelta de la comunidad española. Será con Hernando Arias de Saavedra, cuando se decida por impulsar nuevas acciones de colonización, ante el fracaso de las acciones clásicas. Para sus planes, los jesuitas se convirtieron en el instrumento idóneo, después de ver los primeros éxitos obtenidos por los franciscanos. Es en 1585, cuando los jesuitas abren su colegio y construyen su iglesia en La Asunción. No obstante, la predica de los hijos de Loyola, pronto provocó consternación en el “paraíso de Mahoma”, conocido así, por el número de barraganas que disfrutaban los españoles.

No obstante, el general Aquaviva erige en 1607 la provincia jesuítica del Paraguay con 8 Padres, que siete años después serán ya 113. Por otra parte, Ramírez de Velasco, gobernador de Tucumán, escribe por estos años al Rey pidiéndole que acabe con los abusos de la encomienda. Felipe III ordena en 1601 la supresión del servicio personal de los indios en todas sus posesiones, y mediante nuevas cédulas reales, de 1606 y 1609, sigue exigiendo el desarrollo del sistema reduccional en las misiones, que ya había sido probado con éxito por fray Luís de Bolaños y sus hermanos franciscanos. En este aspecto, el P. Diego de Torres, primer provincial del Paraguay, era un firme creyente en la oposición de la reducción a la encomienda, y con la posibilidad de la reducción, se podía establecer un nuevo orden social, que respondiese verdaderamente al espíritu cristiano.

Las poblaciones indias que fueron a evangelizar eran de guaraníes, que vivían de manera nómada, organizados en pequeños grupos clánicos. Los jesuitas tuvieron que soportar privaciones y martirios, antes de que sus caciques admitiesen, de forma pacífica, la sedentarización que les proponían los hijos de Loyola. Las nuevas poblaciones fueron surgiendo en las zonas más alejadas, Guairá, Tape e Itatines, reuniendo en grandes poblados a miles de indios. En 1732, momento de máximo esplendor, había censados 141.182 guaraníes en 30 reducciones. Sin embargo, la expansión jesuita chocó con la de los bandeirantes, también denominados mamelucos. Desde la ciudad interior de Sao Paulo, los bandeirantes, mestizos de portugueses y tupíes, indios rivales de los guaraníes, organizaban expediciones hacia el interior del continente en mano de obra esclava, que luego vendían a los grandes hacendados azucareros. La captura de los indios, se hacía ingrata, por su belicosidad y su pequeño número, al vivir en reducidos clanes familiares. Sin embargo, las reducciones presentaban un delicioso botín. Poblados con una media de cinco mil indios, ya evangelizados, y formados en diferentes artes de la artesanía, que los convertía por su número y vida pacífica en un objetivo imposible de obviar.

Entre los años 1628 y 1631 los bandeirantes Raposo Tavares, Manuel Preto y Antonio Pires, con sus hordas de mamelucos, atacaron regularmente las reducciones del Guairá, esclavizando a miles de guaraníes que luego fueron subastados en Sao Paulo. Luego fue a continuación el saqueo de la región de el Tapé, durante los años 1636, 1637 y 1638. Estos ataques propiciaron un éxodo de más de doce mil indios a los territorios mesopotámicos del Paraná y el río Uruguay, donde configuraron lo que fue conocido como “Estado Jesuita”. El nuevo enclave ocupaba una posición estratégica importante, impidiendo la expansión lusa hacia las urbes españolas de Asunción, Corrientes, Santa Fe y el propio Buenos Aires. Ante el peligro amenazador de los bandeirantes, El P. Montoya hizo las gestiones oportunas para obtener el 21 de mayo de l640 la Real Cédula por la que se permitía a los guaraníes usar armas de fuego para su defensa. El momento fue providencial.

Desde Sao Paulo, un pequeño ejército de 450 bandeirantes y 2.700 tupíes, mandados por Manuel Pires, bajaron por el río con la intención de reducir a cenizas las comunidades de los jesuitas. Sin embargo, El P. Pedro Romero, auxiliado por los hermanos Juan Cárdenas, Antonio Bernal y Domingo Torres, que tenían experiencia de armas, y otros 7 padres jesuitas, organizaron un tercio de 4.200 guaraníes, armados de 300 arcabuces y armas del lugar. Las tropas guaraníes consiguieron una aplastante victoria en marzo de 1641, en Mbororé. Desde entonces las expediciones bandeirantes desaparecieron. El gobernador de Buenos Aires, admirado del valor de los guaraníes, dispuso de un pequeño contingente de instructores militares, quienes utilizaron posteriormente el tercio guaraní en diferentes hechos de armas. Desde entonces, en cada poblado existirán 8 compañías, con su maestre de campo, sargento mayor, comisario, 8 capitanes, tenientes, alféreces y sargentos. Sin embargo, las compañías, aunque dispongan de gran número de arcos y flechas, disponen de pocas armas de fuego, aunque se hacen su propia pólvora.

La organización del Paraíso

Los poblados de los indios estaban constituidos por casas iguales, organizadas en calles anchas y rectas. En la plaza central, el lugar preeminente era para la iglesia, amplia y espaciosa, con tres naves, y en algunos pueblos, incluso de cinco. Al lado solía estar la residencia de los padres, dos por cada comunidad. Además de almacenes y graneros para guardar las cosechas, también existía una casa para mujeres, que se sustentaban del común recogido. Estas mujeres solían ser viudas o casadas, cuyos maridos solían estar meses fuera del poblado. Los poblados no solían pasar de 1.500 habitantes, por lo que cada vez que se pasaba de este número se solía fundar una nueva comunidad, donde se enviaba a la población restante. El territorio elegido debía reunir condiciones agrícolas para que pudiesen vivir sin necesidad de auxilio del poblado primigenio. Dos padres, de los más ancianos, se encargaban de elegir y repartir posteriormente las tierras en lotes a los padres de familia.

En cuanto al gobierno del pueblo, había un corregidor, dos alcaldes mayores, teniente de corregidor, alférez real, cuatro regidores, alguacil mayor, alcalde de la hermandad, procurador y escribano. Igual que en cualquier cabildo de españoles, con la circunstancia, de que en el cabildo guaraní tenían prohibido residir españoles, mulatos, negros o mestizos. Los cargos del cabildo son elegidos bajo la supervisión del padre, que hace funciones de párroco, es quien explica la función de los cargos, otorga las insignias a cada uno y nada se hace sin su opinión. En cada comunidad, hay distintos alcaldes, uno por gremio de artesanos, pero también, para las mujeres, ancianos y jóvenes. Los caciques de la comunidad, solían ser los mismos que conocieron los jesuitas, manteniendo y respetando su autoridad patriarcal. No obstante, aunque se les reconozca su posición, no quedan eximidos de trabajar.

La fuente principal de recursos para los pueblos era la agricultura. Los terrenos empleados en ella estaban divididos en tres secciones: una (tabamba'e), perteneciente a la comunidad; otra (abamba'e), reservada a los padres de familia, para la manutención de la familia, y otra, llamada la propiedad de Dios (Tupãmba'e), para alimento de los padres. El maíz, la mandioca, legumbres y batatas era en general el fruto de aquella tierra, a la que dedicaban seis meses del año, aunque con lo trabajado en uno, se conseguía fruto para todo el año. Trabajaban en la primera sección, todos los indios durante los tres primeros días de la semana, bajo la inspección de celadores. Los productos de la cosecha de la comunidad, cuando eran recogidos, se guardaban en los almacenes del pueblo, para tiempos de escasez.

En cuanto a la ganadería, el control sobre los bueyes y asnos es muy estrecho por los jesuitas, ya que los indios no mantienen el trato regular, y sino se les vigila, se perderían los animales por negligencia. Con respecto a los padres, el superior se ve acompañado de cuatro consultores y un admonitor, que es quien le avisa de sus fallos. Para llevar un gobierno uniforme en todos los poblados, los superiores disponen de un libro de órdenes, escrito por lo provinciales, que tienen experiencia misionera. El libro es leído durante media hora a la semana, por los dos o tres jesuitas residentes. Allí se marcan las pautas de gobierno del poblado, manteniendo una uniformidad en la treintena de comunidades. Los padres enviados a esa labor de evangelización y organización, habían sido previamente seleccionados, y en caso de alguna desobediencia, sustituidos inmediatamente. El régimen de gobierno que llevaban los jesuitas, era exactamente el mismo que se regía en los colegios de la Compañía.

Sobre la propia dirección espiritual de los jesuitas residentes, las normas son las mismas que en un colegio. El superior, en ocasión de la renovación de los votos, hacer los ejercicios ignacianos o la oración mental, reunía a los padres de dos o tres poblados de la zona, se les hace la plática en común, así como la corrección fraterna. Para la confesión, solían acompañar al superior un par de padres mayores. Los ejercicios por su seriedad, se hacían en poblado distinto, para que las ocupaciones no perturbasen el clima de tranquilidad que debe reinar durante los ocho días de oración y expiación. En cuanto a los indios, todos los días tenían formación doctrinal, excepto el sábado, que después del rosario, se cantaba la Salve con música. En Cuaresma había visitador de fuera, que solía ser un padre de otro pueblo, que era quien hacía la misión.

Las habitaciones de los padres daban a un patio, al lado de la Iglesia, con su refectorio. En ese primer patio principal, estaba la cocina, los almacenes, la armería y el aposento del portero, uno de los mayores de la comunidad india. Las habitaciones solían ser seis o siete, para poder albergar a las visitas. En el segundo patio era donde se sacrificaban a los animales, y se organizaba su despedazamiento en raciones. La administración de Sacramentos estaba cuidada al detalle. En la confesión, los indios que se acercaban a la rejilla, si recibían la absolución, les daba el sacerdote una tablilla, que luego al ir a comulgar entregaba al mayordomo que ayudaba al oficiante. En caso de no llevar la tablilla, se le negaba la comunión.

En su trato social, los padres evitaban cualquier contacto con las mujeres de la comunidad, dentro del templo, las mujeres entraban por las tres puertas principales, situándose atrás, mientras los hombres, entraban por los laterales, y se ponían delante. Los alcaldes se quedaban de pie, con sus varas para reñir a los muchachos que no prestasen atención durante la Misa. Cada uno disponía de su lista, según edad y sexo, para ver quien faltaba a la del domingo, que era obligatoria, no así la de entresemana. El domingo, después de la Misa, se hacía otra para los enfermos e impedidos. Después de la Misa, se aprovechaba el momento de estar todos reunidos para hacer el reparto de tareas de la semana. Luego, los indios se entretenían jugando a la pelota, por la mañana. Por la tarde les gustaba ejercitarse tirando con arco, o con escopeta, si hubiese provisión de pólvora.

El ritmo del día se iniciaba a las 4,30 h de la mañana, con el toque de campanas para hacer la oración mental. Una hora después se volvía a tocar para ir a Misa. Acabada está se llevaba el Viático a los enfermos. Después, rezos y confesiones hasta las diez y cuarto, que tocaba examen. Luego comida y siesta, hasta las 2 h, que se tocaba vísperas. A las 5 h, se daba doctrina a los muchachos jóvenes, luego el Rosario con todo el pueblo reunido. Los padres se retiraban para sus oraciones, y a las 7 h era la cena, para dos horas después acostarse.

La escuela tenía gran movimiento, y aunque los padres ayudasen, disponían de sus propios maestros indios, para enseñar a leer y escribir. La música fue quizás una de las actividades más cuidada. En cada pueblo habrá una banda de 30 a 40 músicos, entre triples y tenores, y responsables de violines, bajones, chirimías, órganos, clarines y arpones. La banda solía ser protagonista en todas aquellas fiestas de precepto, aunque tocasen música sacra de ordinario durante la Misa diaria. En cada pueblo, se organizaron un par de congregaciones, la una, de la Virgen, y la otra de San Miguel. En cuanto a los matrimonios, se les casaba en masa, cuando los varones llegaban a los 17 años y las mujeres a los 15, y disponían de voluntad de casarse. La cantidad de habitantes impedía hacerlo de manera individualizada por la escasez de sacerdotes. No obstante, antes de la ceremonia se citaba en particular a cada contrayente, para investigar que viniese de manera voluntaria, y no forzada por la familia. A cada novio, recién casado, después de la ceremonia se le entregaba un hacha y un cuchillo, como instrumento de trabajo para la labranza.

Con respecto a los castigos, existía una cárcel para hombres y otra para mujeres, esta en la casa para recogidas. Los castigos nunca podían pasar de 25 azotes, y la pena de muerte estaba abolida en todo el territorio. Los curas que hacen de jueces, no pueden haberlo sido en los poblados donde son llamados hacer justicia, para evitar inclinaciones personales [10] .

El éxito de las reducciones se amplio después al oriente boliviano, en 1767 se habían conseguido organizar una decena de poblados, donde se reunían 23.788 personas, preferentemente indios chiquitos.

Conclusión

Las reducciones del Paraguay consolidaron un sistema nuevo de sociedad, su situación geográfica imposibilitó la expansión portuguesa hacia el interior del continente, pero la explotación agropecuaria de las comunidades, no sólo conseguían el autoabastecimiento de los poblados, sino que se convirtieron en el pulmón económico de los colegios de los jesuitas en América. Su producción de yerba estaba bajo control para evitar la competencia con los empresarios españoles y encomenderos, que los veían como fuertes rivales comerciales. Todos estos hechos provocaron, que tanto desde Portugal, como los sectores de comerciantes españoles, bien influidos por los ilustrados, favoreciesen una campaña de difamación contra la Compañía de Jesús, que fue expulsada de Francia, Portugal y los territorios borbónicos de Italia. En 1768, Carlos III expulsaba a los jesuitas de sus posesiones, donde se incluía toda América, la mayoría de los padres eran criollos, que abandonaban su tierra para siempre, siendo desterrados a Córcega. De los ochenta padres encargados de las Reducciones, una docena fallecieron por las terribles condiciones en la travesía. Otros nueve, lo hicieron al llegar a Puerto de Santa María, donde, junto a los expulsos de la península, serían desterrados a vagar por el Mediterráneo. Así terminaba la experiencia de Paraíso jesuita.

·- ·-· -······-·

Notas al pie:

[1] García de Valdeavellano, L.: Curso de historia de las instituciones españolas: de los orígenes al final de la Edad Media. Madrid , Alianza Editorial 1982. PP. 410.

[2] Orduña Rebollo, E.: Municipios y provincias. Madrid, Federación Española de Municipios y provincias, 2003. PP. 238-240.

[3] González Muñoz, V.: Cabildos y grupos de poderes en Yucatán. Sevilla, Diputación de Sevilla, 1994.

[4] Borges, P.: Misión y civilización en América. Madrid, Alambra, 1987.

[5] Quiroga, V.: La utopía en América. Madrid, Dastín, 2001.

[6] Borges, P.:Historia de la Iglesia en Hispanoamérica y Filipinas. Madrid, BAC, 1992.

[7] Iraburu, J.M.: Hechos de los apóstoles en América. Pamplona, Gratis Date, 1992.

[8] García Villoslada, R.: San Ignacio de Loyola. Madrid, BAC, 1986.

[9] Barriera, D.: Nueva Historia de Santa Fe, Conquista y colonización hispánica, Tomo 2. Rosario, Prehistoria Ed. /La Capital, 2006.

[10] Cardiel, J.: Las Misiones del Paraguay. Madrid, Dastín. 2002.

martes, 27 de enero de 2009

EL TRIUNFO DE LA COMUNICACIÓN


El triunfo de la comunicación

Autor: Francisco Javier Pérez Latre
Facultad de Comunicación
Universidad de Navarra

Fecha: 21 de enero de 2009

Publicado en: Expansión (Madrid)


La inauguración de la presidencia de Obama, en un clima de máxima expectación mundial, ha sido el último episodio de un proceso marcado por aciertos. Hace tiempo que la comunicación se ha convertido en el principal activo estratégico de instituciones y empresas, pero es posible que la campaña estadounidense de 2008 se recuerde como un punto de inflexión porque ha supuesto el triunfo de la comunicación. La estrategia y los medios empleados serán imitados en todo el mundo y no sólo en el ámbito político.


El inusitado interés que ha generado la campaña se puede explicar por varias razones. Por un lado está lo que podríamos llamar “factor Obama”. La campaña del senador de Illinois suscita interés porque es un candidato improbable. Su sorprendente biografía encarna el “American Dream”. Obama representa la novedad, el primer candidato afroamericano a la presidencia. Con una capacidad de movilización sin precedentes, amparada en su brillante retórica, Obama fue capaz de derrotar a Hillary Clinton, la candidata del “establishment” demócrata. A los medios les interesa la sorpresa y la novedad y por eso la cobertura de la campaña de Obama ha sido, en líneas generales, favorable e incluso entusiasta. En este sentido, se podría decir que ha sido el candidato de los medios.


El éxito de Obama se ha debido en parte a una maquinaria formidable de comunicación, pilotada por David Axelrod (que se va a la Casa Blanca como consejero) David Plouffe y Robert Gibbs. La campaña de Obama que contaba con 95 personas trabajando en acciones para Internet. El sitio web se ha concebido como punto de partida para difundir blogs, SMS, vídeos online y redes sociales. La web no es ya un lugar para información estática, sino un instrumento multimedia para llevar distintos públicos a la acción con objetivos como recaudar fondos, movilizar ciudadanos para los distintos actos de campaña, preparar materiales para los medios de comunicación y fomentar el apoyo a los candidatos por la opinión pública.


La campaña de Obama hizo de la página web su eje estratégico, contratando a uno de los co-fundadores de Facebook, Mark Hughes, para organizar la actividad “online”. Los responsables de campaña publicaron más de 800 vídeos y pusieron en marcha 20.000 grupos favorables a la campaña. El “movimiento” de Obama terminó con un millón de voluntarios. El ya célebre discurso sobre la cuestión racial en Filadelfia ha tenido seis millones de descargas en YouTube. Se trata de cifras sin precedentes.


El equipo de Obama ha continuado la campaña durante el período de transición: dos días después de la votación se puso en marcha en marcha el sitio web change.gov. Allí ha continuado la interacción con los votantes, siguiendo la estela del aclamado sitio web de campaña. Ya se habla de una “presidencia de YouTube”. El equipo de campaña en Internet se traslada a la Casa Blanca, y hay expectación sobre cambios en el sitio oficial de la presidencia (whitehouse.gov).


Otra interesante dimensión de la campaña que no ha pasado desapercibida es el protagonismo de los estrategas de comunicación. En el pasado los directores de comunicación tenían un papel casi invisible. Pero hoy la propia estrategia de comunicación es noticia y los estrategas de campaña se convierten en personajes famosos. Los medios dedican tiempo y recursos a presentar los logros de los directores de comunicación, que con cierta frecuencia salen a la palestra para defender a sus candidatos y exponer sus planes. Así la opinión pública ha ido conociendo a personajes como David Plouffe, David Axelrod y Robert Gibbs, ideólogos y portavoces de la campaña de Barack Obama; Jon Favreau, su brillante escritor de discursos (26 años); Rick Davis, Mark Salter y Steven Schmidt, estrategas de comunicación al servicio de John McCain; o Bob Wickers, que contribuyó al diseño de la campaña de Mike Huckabee. La visibilidad de los directores de comunicación es otro exponente del peso de los medios en la campaña.


Después de recibir un claro mandato de los electores y contando con todo el capital de esperanza e ilusión que ha generado su apuesta por el cambio, desde el 20 de enero Obama es el presidente. Se enfrenta a desafíos formidables: una crisis económica sin precedentes; dos guerras; la necesidad de contener a Irán y a Rusia; la de diseñar políticas para una América Latina desestabilizada; proteger Estados Unidos de ataques terroristas; dotar a su país de cobertura sanitaria universal; elegir jueces del Supremo que influirán en el futuro del aborto; decidir sobre la investigación con células madres. Un panorama repleto de potenciales escollos. Pero la difusión de ideas, marcas, modas y mensajes ya no será igual. De momento, ha triunfado la comunicación.

.................................................................................


27/01/2009 Un profesor de la Universidad de Navarra analiza las claves del éxito político y mediático de Barack Obama.

Francisco Javier Pérez Latre destaca la gran cantidad de información producida durante la campaña y el alto grado de incertidumbre mundial como dos de sus principales bazas.


Tras la avalancha informativa que ha acompañado a la toma de posesión de Barack Obama como presidente de EE. UU., Francisco Javier Pérez Latre, profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, insiste en que la victoria no sólo es un hito porque un afroamericano haya accedido a la Casa Blanca.

“La participación electoral ha sido muy alta –del 65%-, como consecuencia de una gran movilización a lo largo de dos años. Además, sorprende el nivel de globalización de la campaña; todo el mundo sabía bastante de los candidatos y mantenía una opinión firme sobre alguno de ellos”, señaló con motivo de una conferencia en el campus pamplonés.

Pero, ¿qué ha convertido a Obama en un éxito político y mediático? La respuesta para el profesor Pérez Latre es triple: el ‘Factor Obama’, la cantidad de información producida y la gran incertidumbre mundial.

Asimismo, Francisco Javier Pérez Latre destacó que en el mandato del 44º presidente de EE. UU. “podemos encontrarnos con varios 'obamas' a la vez. En algunos temas, como la defensa del aborto, es de la izquierda demócrata; en otros, de centro, como demuestra el haber nombrado ministros a dos republicanos; y también es pragmático: si una iniciativa funciona, no le importa el origen ideológico".

"Tiene apariencia cercana, pero es bastante hermético"