domingo, 25 de diciembre de 2011

COMENTARIOS DE SANTIAGO NIÑO BECERRA.

Cosas – 37
Santiago Niño Becerra - Jueves, 22 de Diciembre
Fuente: La carta de la bolsa.

“Gasolinera de (nombre de una localidad española). Me dice un empleado de mi pueblo: ‘(nombre de mi amigo) esto se va al carajo. Por la mañana antes entre las 6,30 y las 8 aquello era un guirigay llenando a camiones, latas para hormigoneras y un mil etc. Ahora, los camiones parados, las hormigoneras igual, hasta el del reparto de paquetería dice que trae tres paquetes y que dentro de poco no le da para gasoleo. Conclusión: Somos seis y sabemos que nos echarán sin cobrar un euro o muy poco. El más nuevo en el empleo lleva 11 años. “Si no vendemos, para que nos quiere”. Tres de la familia del propietario seguramente se harán cargo. El padre con 62 años y dos hijos de unos 30. El resto seis a la calle y lo ven con resignación, pero tan normal como la vida misma. “En el verano nos defendimos, aunque bajó con respecto al anterior” me decía mi vecino, eso es que ahora vale más cerrar, ¿no sé de dónde saca pasta el jefe para pagarnos”.

Le respondo:

“Esto es asumir el cáncer”.

* - Pienso que debería analizarse con más detenimiento: la Comisión Europea ha manifestado que Grecia debería pedir perdón al resto de socios de la UE ya que cuando dijo que iba a preguntar a su ciudadanía si aceptaba las condiciones del segundo rescate había menoscabado la confianza que esos socios habían depositado en Grecia. Curioso, ¿no?.

Resulta que preguntar al pueblo que opina sobre algo que ni remotamente figuraba en el programa con el que ese partido había concurrido y ganado las últimas elecciones equivale a traicionar la confianza que tus colegas han puesto en ti. A tener en cuenta para el futuro, y de cara a lo salido el 20 N: los Gobiernos valen lo que valen para lo que valen mientras conviene que lo valgan. A tener en cuenta, insisto.

* - El Ecofin, en su reunión de los pasados días 7 y 8 de Noviembre definió los indicadores que serán tenidos en cuenta para analizar los desequilibrios macroeconómicos de los socios: costes laborales nominales, evolución del desempleo del factor trabajo, deudas pública y privada, saldo de la inversión exterior, saldo de la balanza comercial por cuenta corriente, cuota de exportaciones en la UEM, tipo de cambio real. De entrada quienes los incumplan serán avisados, si el incumplimiento continúa pueden ser multados con el 0,1% del PIB.

Esto recuerda a otra cosa: a las condiciones de convergencia de Maastricht, ¿recuerdan?: tipos de interés, inflación, deuda pública, tipo de cambio, déficit público. Entonces no se tuvo en cuenta la convergencia en desempleo, ni en productividad, ni en pobreza, ni en renta; ahora sólo en paro, pero no por nada social, sino por los gastos que supone un alto desempleo y el peligro que implica para el cumplimiento del déficit (¿aceptará Europa, ¡Europa!, una más alta tasa de paro a cambio de un reducción en el subsidio de desempleo?).

No ha sido desde ‘la crisis’. El modelo de protección social está declinando desde los años 70, desde el momento en el que el foco empezó a ponerse en la oferta: en que la oferta tuviese las mayores facilidades posibles lo que incluía menores impuestos, lo que suponía ineludibles recortes de gastos. Entérense como era el modelo de protección social en los Países Bajos, o en The UK, o en Suecia en los 60: alucinarán pepinillos.

El euro fue mucho más allá porque para que los bienes, los capitales, las monedas transitaran y fueran iguales había que eliminar barreras y obstáculos e igualar cosas: exigencias, no derechos; deberes, no compensaciones; precios, no salarios; porque lo segundo lo produce una satisfactoria productividad, que tampoco debe buscarse igualar porque eso se consigue con una estructura de PIB, con un nivel de capitalización … del que cada socio debe ocuparse. En teoría los fondos estructurales debieron haber servido para acercar algo los pobres a los ricos, en la práctica muchos de tales fondos sirvieron para construir estaciones para trenes de alta velocidad que son utilizadas por quince personas al día.

Ahora es ir más allá: hay que ir más allá: es necesario llegar más allá. Quienes no exporten lo que se fije y no inviertan en el exterior lo que se determine será porque no son competitivos debido a que … ¡exacto!: tienen lo otro mal, y ya sabrán lo que tienen que hacer para no fastidiar al resto de socios y así evitar que les pongan una multa.

Y no: de irse, nadie: nadie puede irse porque ello significaría que no confían en el club (por lo antes dicho): sólo se da de baja de un club si no se confía en los miembros ni en las instalaciones, por lo que tiene que permanecerse en el club comportándose adecuadamente, y para ello están los amigos: para indicar los errores y decir como corregirlos.

* - Me cuenta un amigo en un mail: “Recibe mi madre un SMS la semana pasada de (nombre de una entidad financiera): ‘Tiene un crédito ya concedido de hasta 12.000 euros. Puede contratarlo directamente desde un cajero automático’

Mi padre le dice a mi madre, cuando pases cerca de la oficina, acércate y pregunta a qué tipo de interés. Pues mi madre va, habla con el subdirector que la conoce hace más de 25 años (es una cuenta de familia, recibos, impuestos, supermercado etc.) nada de empresa en esa oficina y le dice: al 17,5%. Pero si lo haces en la oficina en lugar del cajero te lo podemos hacer un poquito mejor, 1 ó 2 puntos menos….

Supongo que lo hacen desde el cajero no sea que alguno le suelte un mamporrazo directamente al cajero automático y claro este no puede coger la baja como un oficinista de los que te dicen en esa entidad”. Baby Come Back.

* - El Gobernador del Banco de Francia y Consejero del BCE el pasado Jueves: “Las agencias (de calificación) se han convertido, francamente, en incomprensibles e irracionales” (El País 16.12.2011, Pág. 25). Este comentario lo ha realizado M. Christian Noyer ante la perspectiva probable de que Francia vaya a perder la 3A. La pregunta: ¿las agencias se han convertido en eso porque a Francia le van a quitar las tres aes o porque al margen de que se las quiten se han convertido en eso que el gobernador dice?. En cualquier caso hace seis meses M. Noyer no decía nada parecido, por lo que la reflexión es sobre si es posible que en seis meses una agencia de calificación se vuelva incomprensible e irracional.

* - Es una posición: la del Sr. Emilio Botín: para España, reducir el déficit según los compromisos ya adoptados “Es el tema más importante” (El País 17.12.2011, Pág. 33), y sí, lograrlo será “muy duro” (misma fuente). Decía que es una postura: ante eso: la reducción del déficit, todo pasa a un segundo plano: el desempleo, el aumento de la pobreza, el subempleo, la degradación del modelo de protección social; por duro que sea hay que ir por ese lado porque es el tema más importante. Alguien debería preguntar al Sr. presidente del Banco de Santander qué tipo de elementos amortiguadores contemplaría su postura, si es que contempla alguno, claro.

* - “La cantidad real de morosidad estará cerca de los 200.000 millones muy pronto, lo que supone una tasa de dos dígitos”, lo ha dicho un experto en la materia. (El País 20.12.2011, Pág. 26). (A 31.07.2011 la morosidad alcanzaba los 132.000 millones, el 7,42%, la más elevada desde 1994, pero con un volumen inconmensurablemente mayor que entonces). A la vez, a 31.10.2011, las provisiones de que disponían las entidades financieras para hacer frente a los impagados sumaban 96.400 millones. Lo que me viene a la cabeza cuando pienso en el significado de estas cifras: “Houston, tenemos un problema”.

* - Con el pago por receta que la Generalitat va a imponer en Catalunya el Gobierno catalán calcula que ingresará unos 100 M €, casi lo que dejó de recaudar cuando eliminó el Impuesto sobre Sucesiones. Lo comido por lo servido o como realizar una transferencia de renta al revés con el Sistema Fiscal como intermediario.

* - La traca final: la subasta de ayer del BCE (el BdE jaleando a la banca para que acudiera: ahora está de moda); el objetivo: que no caiga el crédito. Si lo piensan con perspectiva es como un triángulo amoroso. El BCE no puede prestar a los Estados, pero dice que va a prestar a los bancos (después de haber bajado los tipos) por lo que los precios de la deuda caen ya que los Estados han firmado con sangre el compromiso del déficit estructural al 0,5% de aquí hasta la eternidad.

La banca compra la deuda a los Estados, y con esos papeles va al BCE, por lo que los bancos cambian una pasta que ¿tienen? que va a financiar a los Estados por una que les da el BCE, y en el canje ganan dinero. Ese dinero que el BCE da a la banca ha sido emitido ‘por cuenta de los Estados’, por lo que al final de la película lo que queda es un aumento de deuda-contra-nada: toda aquella cantidad de dinero que exceda las necesidades de la economía real y que no se corresponda con bienes y servicios reales es deuda: esa es la regla que el planeta violó para poder ‘ir bien’(Keynes lo dijo en los años 30 y en los 70 dijeron que eran chorradas: los expertos USA, si, los expertos USA; pero nadie protestó porque asintiendo se podía ganar mucho).

El planeta debe una cantidad de deuda que no puede pagar y la estamos ‘cancelando’ con más deuda. Absurdo, ya. Es la ‘patada hacia adelante’ que lo único que produce es cansancio. Pero es la traca final: a la que se empiece a ponerse hilo a la aguja para reducir el déficit, a la que se empecemos a movernos, de verdad, en el entorno de escasez en el que nos hallamos, se acabó. Es la traca final porque pienso que no va a haber más inundaciones de billetes, ¿por qué?, pues porque es físicamente imposible: en un vaso de 33 cl cabe la cerveza que cabe, y ni ya hay más vasos, ni cabe ni una gota más. Es decir, señores banqueros, administren bien esos 500 mM que obtuvieron ayer porque pienso que mañana no va a haber ni un céntimo más.

* - La valoración de la Comisión Europea al discurso de investidura del Sr. Mariano Rajoy: “Rajoy anunció las líneas de acción de su próxima legislatura, entre las que destacan la consolidación fiscal, la reestructuración bancaria, la reforma del mercado de trabajo, y las reformas de los mercados de bienes y servicios” (El País 21.12.2011, Pág. 24). Mi lectura: la Comisión Europea destaca del discurso del Sr. Rajoy los recortes de gasto público, la concentración bancaria, el empeoramiento de las condiciones laborales y la liberalización del comercio y la distribución de bienes y servicios independientemente de las consecuencias. Es curioso: ni una sombra de duda de que vayan a cuadrar los números que el ya Presidente del Gobierno expuso, ni una somera recriminación de que no dijese ni una palabra en relación a como iba España a crecer, ni una ligera mención a que no mentara el monstruoso fraude fiscal que en España existe. Como dice el refrán. ‘Con colegas así para qué necesito amigos’ (Es una versión mía del refrán, ya).

sábado, 17 de diciembre de 2011

LA GRAN REGRESIÓN

La gran regresión

Ignacio Ramonet

fuente: Le monde diplomatique.


Está claro que no existe, en el seno de la Unión Europea (UE), ninguna voluntad política de plantarle cara a los mercados y resolver la crisis. Hasta ahora se había atribuido la lamentable actuación de los dirigentes europeos a su desmesurada incompetencia. Pero esta explicación (justa) no basta, sobre todo después de los recientes “golpes de Estado financieros” que han puesto fin, en Grecia y en Italia, a cierta concepción de la democracia. Es obvio que no se trata sólo de mediocridad y de incompetencia, sino de complicidad activa con los mercados.

¿A qué llamamos “mercados”? A ese conjunto de bancos de inversión, compañías de seguros, fondos de pensión y fondos especulativos (hedge funds) que compran y venden esencialmente cuatro tipos de activos: divisas, acciones, bonos de los Estados y productos derivados.

Para tener una idea de su colosal fuerza basta comparar dos cifras: cada año, la economía real (empresas de bienes y de servicios) crea, en todo el mundo, una riqueza (PIB) estimada en unos 45 billones (1) de euros. Mientras que, en el mismo tiempo, a escala planetaria, en la esfera financiera, los “mercados” mueven capitales por un valor de 3.450 billones de euros. O sea, setenta y cinco veces lo que produce la economía real...

Consecuencia: ninguna economía nacional, por poderosa que sea (Italia es la octava economía mundial), puede resistir los asaltos de los mercados cuando éstos deciden atacarla de forma coordinada, como lo están haciendo desde hace más de un año contra los países europeos despectivamente calificados de PIIGS (cerdos, en inglés): Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España.

Lo peor es que, contrariamente a lo que podría pensarse, esos “mercados” no son únicamente fuerzas exóticas venidas de algún horizonte lejano a agredir nuestras gentiles economías locales. No. En su mayoría, los “atacantes” son nuestros propios bancos europeos (esos mismos que, con nuestro dinero, los Estados de la UE salvaron en 2008). Para decirlo de otra manera, no son sólo fondos estadounidenses, chinos, japoneses o árabes los que están atacando masivamente a algunos países de la zona euro.

Se trata, esencialmente, de una agresión desde dentro, venida del interior. Dirigida por los propios bancos europeos, las compañías europeas de seguros, los fondos especulativos europeos, los fondos europeos de pensiones, los establecimientos financieros europeos que administran los ahorros de los europeos. Ellos son quienes poseen la parte principal de la deuda soberana europea (2). Y quienes, para defender –en teoría– los intereses de sus clientes, especulan y hacen aumentar los tipos de interés que pagan los Estados por endeudarse, hasta llevar a varios de éstos (Irlanda, Portugal, Grecia) al borde de la quiebra. Con el consiguiente castigo para los ciudadanos que deben soportar las medidas de austeridad y los brutales ajustes decididos por los gobiernos europeos para calmar a los “mercados” buitres, o sea a sus propios bancos...

Estos establecimientos, por lo demás, consiguen fácilmente dinero del Banco Central Europeo al 1,25% de interés, y se lo prestan a países como, por ejemplo, España o Italia, al 6,5%... De ahí la importancia desmesurada y escandalosa de las tres grandes agencias de calificación (Fitch Ratings, Moody’s y Standard & Poor’s) pues de la nota de confianza que atribuyen a un país (3) depende el tipo de interés que pagará éste por obtener un crédito de los mercados. Cuanto más baja la nota, más alto el tipo de interés.

Estas agencias no sólo suelen equivocarse, en particular en su opinión sobre las subprimes que dieron origen a la crisis actual, sino que, en un contexto como el de hoy, representan un papel execrable y perverso. Como es obvio que todo plan de austeridad, de recortes y ajustes en el seno de la zona euro se traducirá en una caída del índice de crecimiento, las agencias de calificación se basan en ello para degradar la nota del país. Consecuencia: éste deberá dedicar más dinero al pago de su deuda. Dinero que tendrá que obtener recortando aún más sus presupuestos. Con lo cual la actividad económica se reducirá inevitablemente así como las perspectivas de crecimiento. Y entonces, de nuevo, las agencias degradarán su nota...

Este infernal ciclo de “economía de guerra” explica por qué la situación de Grecia se ha ido degradando tan drásticamente a medida que su gobierno multiplicaba los recortes e imponía una férrea austeridad. De nada ha servido el sacrificio de los ciudadanos. La deuda de Grecia ha bajado al nivel de los bonos basura.

De ese modo los mercados han obtenido lo que querían: que sus propios representantes accedan directamente al poder sin tener que someterse a elecciones. Tanto Lucas Papademos, primer ministro de Grecia, como Mario Monti, Presidente del Consejo de Italia, son banqueros. Los dos, de una manera u otra, han trabajado para el banco estadounidense Goldman Sachs, especializado en colocar hombres suyos en los puestos de poder (4). Ambos son asimismo miembros de la Comisión Trilateral.

Estos tecnócratas deberán imponer, cueste lo que cueste socialmente, en el marco de una “democracia limitada”, las medidas (más privatizaciones, más recortes, más sacrificios) que los mercados exigen. Y que algunos dirigentes políticos no se han atrevido a tomar por temor a la impopularidad que ello supone.

La Unión Europea es el último territorio en el mundo en el que la brutalidad del capitalismo es ponderada por políticas de protección social. Eso que llamamos Estado de bienestar. Los mercados ya no lo toleran y lo quieren demoler. Esa es la misión estratégica de los tecnócratas que acceden a las riendas del gobierno merced a una nueva forma de toma de poder: el golpe de Estado financiero. Presentado además como compatible con la democracia...

Es poco probable que los tecnócratas de esta “era post-política” consigan resolver la crisis (si su solución fuese técnica, ya se habría resuelto). ¿Qué pasará cuando los ciudadanos europeos constaten que sus sacrificios son vanos y que la recesión se prolonga? ¿Qué niveles de violencia alcanzará la protesta? ¿Cómo se mantendrá el orden en la economía, en las mentes y en las calles? ¿Se establecerá una triple alianza entre el poder económico, el poder mediático y el poder militar? ¿Se convertirán las democracias europeas en “democracias autoritarias”?





(1) Un billón = un millón de millones.

(2) En España, por ejemplo, el 45% de la deuda soberana lo poseen los propios bancos españoles, y los dos tercios del 55% restante, los detentan establecimientos financieros del resto de la Unión Europea. Lo cual significa que el 77% de la deuda española ha sido adquirida por europeos, y que sólo el 23% restante se halla en manos de establecimientos extranjeros a la UE.

(3) La nota más elevada es AAA, que, a finales de noviembre pasado, sólo poseían en el mundo algunos países: Alemania, Australia, Austria, Canadá, Dinamarca, Francia, Finlandia, Países Bajos, Reino Unido, Suecia y Suiza. La nota de Estados Unidos ha sido degradada, en agosto pasado, a AA+. La de España es actualmente AA-, idéntica a la de Japón y China.

(4) En Estados Unidos, Goldman Sachs ya consiguió colocar, por ejemplo, a Robert Rubin como Secretario del Tesoro del Presidente Clinton, y a Henry Paulson en esa misma función en el gabinete de George W. Bush. El nuevo presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, fue también vicepresidente de Goldman Sachs para Europa de 2002 a 2005.

martes, 23 de agosto de 2011

LA FINANCIACIÓN DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS SIGUE SIENDO OPACA

La financiación de los partidos sigue siendo opaca

Fuente: solidaridad.net

Y con la vista puesta en unas nuevas elecciones, y abierta una campaña que suele significar la gran inversión de los partidos, un grupo de expertos del Consejo de Europa llega a la conclusión, de nuevo, de que la financiación de los partidos políticos españoles sigue siendo insuficientemente transparente.



La conclusión a la que llega este informe del Consejo de Europa resulta así de severa para la deseable transparencia de los partidos españoles: España no ha avanzado en la transparencia de las finanzas de sus partidos políticos. En concreto, los préstamos de los bancos conseguidos en condiciones favorables y las cancelaciones de créditos sin justificación suficiente, siguen siendo una fórmula muy criticada por el Grupo de Estados contra la Corrupción, un órgano del Consejo de Europa.

El Grupo de Estados contra la Corrupción suspende a España en este último informe por no cumplir satisfactoriamente ninguna de sus seis recomendaciones efectuadas en otro informe anterior sobre la misma materia. Se recuerda, en efecto, en este informe de ahora, que la legislación española en materia de financiación de partidos ya fue analizada hace un par de años por la misma institución del Consejo de Europa.

Los expertos consideraron entonces que había algunos aspectos en los que se debía mejorar para garantizar la transparencia de las finanzas de los partidos, uno de ellos, la opacidad de las cuentas de las agrupaciones locales, sobre todo en municipios de más de 20.000 habitantes. El informe señalaba la existencia de "malas prácticas" en un punto en donde "los riesgos de corrupción son particularmente altos", teniendo en cuenta, además, que, según los informes del Tribunal de Cuentas, el 25% de los ingresos de los partidos proviene de sus sedes locales.

Otros aspectos muy criticados eran los relacionados con la ausencia de información sobre las fundaciones vinculadas a partidos y las deudas de éstos con las entidades de crédito. El informe consideraba que las formaciones españolas estaban en una posición muy vulnerable, por su dependencia de los bancos. Sus deudas en 2005 ascendían a 144 millones en créditos. Por todo ello, el documento concluía con seis recomendaciones que España debía aplicar en su legislación. Pues bien, dos años después, los expertos concluyen, en este nuevo análisis, que ninguna de esas recomendaciones se han cumplido "satisfactoriamente". La nota es, pues, un suspenso.

Otros datos del informe son que no hay datos suficientes como para concluir que el nivel de endeudamiento se haya reducido. No existe una regulación para determinar el límite de endeudamiento o las condiciones con las que se negocian los créditos, de tal forma que estos pueden llegar a confundirse con donaciones, sobre todo cuando se producen cancelaciones. También señala que el Tribunal de Cuentas no ha podido cruzar datos con el Banco de España. El Tribunal de Cuentas se ha quejado reiteradamente de recibir datos parciales sobre los ingresos procedentes de las fundaciones: "Si no podemos analizar la contabilidad de las fundaciones vinculadas y sólo los ingresos que den a los partidos", dicen estas fuentes, "no podemos conocer toda la realidad".

Los expertos afirman que no se ha avanzado nada en esta materia y que no existe seguridad de que créditos negociados en condiciones muy favorables puedan servir para eludir la ley. Y llegan a la conclusión de que España sigue estando en una posición muy vulnerable en esta materia.

Otra recomendación estaba relacionada con los ingresos de las sedes locales de los partidos. Eran opacos en 2009, y lo siguen siendo en 2011: "No hay evidencia de que haya aumentado la transparencia respecto de los ingresos y los gastos de las sedes locales y entidades vinculadas". Asimismo, las contabilidades de los partidos son muy heterogéneas y siguen criterios diferentes, por lo que resulta muy complicado comparar la contabilidad de distintas formaciones. No se presentan cuentas consolidadas. "No hay una concepción única de las cuentas de un partido", señalan fuentes del Tribunal de Cuentas. "Los hay que consideran como entidades diferentes del partido y a su grupo parlamentario", explican. En este aspecto, los expertos del “Greco” habían solicitado que todos los partidos siguieran un mismo sistema contable, y el Parlamento español había solicitado en junio del año pasado al Tribunal de Cuentas que elaborara un plan de contabilidad, que debía estar listo en el segundo semestre de 2011. La indicación, por tanto, ha sido "parcialmente" atendida en esta materia.

Los expertos también señalaron que los partidos carecían de un control interno de sus finanzas y no realizaban auditorías externas., y el Tribunal de Cuentas, en un informe del 22 de junio de 2010, recomendaba a los partidos que establecieran tales sistemas de auditoria interna. A pesar de todo ello, el “Greco” concluye ahora que no hay evidencias de mejora en ese aspecto. En fin, las dos últimas indicaciones parecen haber sido atendidas sólo parcialmente. Una hacía referencia al Tribunal de Cuentas y a la necesidad de reforzar sus medios y el personal necesario para llevar a cabo el trabajo de inspección. Los expertos, tras su visita a España, destacan que sólo se ha contratado a una persona para aumentar la plantilla de dicha institución. Por último, demandaban una normativa sancionadora en la materia para los casos de incumplimiento.

Pero da la impresión de que a las autoridades de cada partido no parece que sea ésta una preocupación mayor ni un interés “desbordante”. ¿Han escuchado en boca de algún dirigente político su preocupación por el descontrol de sus propios datos, o los de sus adversarios políticos? Hay constancia de que se gasta demasiado, y es probable que, alcanzados por la crisis, esta campaña actual se haya visto forzada a recortar gastos. Pero nada trasciende, ninguna instrucción llega a conocerse. Todo se cocina en la ocultación más cerrada e impenetrable. Y el Tribunal de Cuentas no suele cooperar en que ese clima de opacidad se quiebre...


Autor: José Cavero- Fecha: 2011-08-

CUENTAS Y BALANCE DE LA JMJ

Cuentas y balance de la JMJ

Por Fernando Giménez Barriocanal, director financiero de la Jornada Mundial de la Juventud (EL MUNDO, 22/08/11):


La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) ha supuesto un acontecimiento extraordinario. La presencia en Madrid de dos millones de jóvenes, venidos de 193 países de los cinco continentes, ha sido el mayor evento internacional en todo el mundo en 2011 y el más grande conocido en España jamás.

Y las cuentas cuadran: las económicas y, por supuesto, las otras, las que más cuentan. Desde el primer minuto nos propusimos que la JMJ se autofinanciara y supusiera un coste cero para el contribuyente. Lo hemos conseguido. Es más, lo hemos superado, porque no sólo no ha recibido dinero de las arcas públicas, sino que ha supuesto una inyección de más de 100 millones de euros para la economía española.

Las cifras son elocuentes: más de dos millones de participantes a lo largo de la semana y más de 700.000 extranjeros -por encima del 1% del total de visitantes a nuestro país en todo un año- han dejado ilusión, esperanza y, por supuesto, desarrollo económico en una España en crisis.

Agradecemos sinceramente el apoyo de todas las administraciones -la estatal, la autonómica y la local-, que entendieron perfectamente la trascendencia del acto y que trabajaron todos a una para el éxito del mismo. Jamás les pedimos dinero, sólo apoyo, infraestructuras y puesta a disposición de aquellos bienes públicos que son de todos.

Hoy sabemos que el incremento incuestionable de actividad económica que ha generado la JMJ en nuestro país supondrá unos ingresos fiscales muy superiores a los beneficios concedidos por su catalogación de evento de excepcional interés; por cierto, lo mismo que otros 15 vigentes en España en 2011. Por tanto, el hecho es que las administraciones públicas no han financiado la Jornada Mundial de la Juventud.

Hay otras cuentas que cuadran satisfactoriamente: son las de la valiosa aportación que la JMJ ha supuesto para Madrid y para la marca España. Cientos de millones de personas de todo el mundo, a través de la televisión, han podido visualizar las virtudes de Madrid y de España entera. De manera particular, todos los extranjeros venidos a la JMJ que se convierten en auténticos embajadores de nuestra tierra. ¿Cuál es el valor de todo esto?

La organización se ha guiado por criterios de austeridad, transparencia y solidaridad. Austeridad, porque hemos procurado reducir el coste todo lo posible y, por supuesto, no gastar lo que no ingresáramos. Transparencia, entre otras cosas, porque hemos publicado nuestros presupuestos y explicado con sencillez sus cifras: un gasto de 50,5 millones de euros financiado por los propios peregrinos en casi un 70%, mientras que el resto vino de donativos y patrocinios. Las cifras están ahí y la auditoría externa será pública tan pronto como concluya. Y solidaridad porque, gracias a la contribución generosa de todos los jóvenes, miles de personas de países en precariedad han podido participar.

Pero hay otras cuentas más importantes, mucho más importantes. El papa Benedicto XVI ha llenado los corazones de los jóvenes de palabras de esperanza, de ilusión y de compromiso. Una juventud, como él mismo dijo el primer día, envuelta en problemas -paro, falta de valores, discriminación…- que precisa de una luz que ilumine su vida, que la edifique sobre roca y que se cimente en la verdad. Sí, la JMJ no ha sido ajena al sufrimiento y a las dificultades de todos los jóvenes, como se ha puesto de manifiesto, de manera particular, en el histórico vía crucis de Recoletos -jamás se verá algo igual- o en la visita de Su Santidad a San José.

El Papa ha invitado a los jóvenes a buscar con ansia la verdad que da sentido al hombre, a enseñar sus caminos en las Universidades -lo dijo en el acto de El Escorial- o ser testigos de la misma de manera privilegiada, consagrando su vida -lo ha afirmado en los actos con las religiosas y los seminaristas-. Ayer, en el aeródromo de Cuatro Vientos, el Papa recordó a los jóvenes su naturaleza de hijos de Dios, amados por él e invitados, en el seno de la Iglesia, a ser testigos vivos ante los demás del tesoro que han recibido. Este Papa llega a los jóvenes con su discurso y con sus gestos sencillos. Jamás olvidarán los jóvenes al Papa de rodillas en Cuatro Vientos, bajo la lluvia, rezando ante el Santísimo en la imponente custodia de Arce. Jamás se olvidará.

Han sido jornadas de oración, de meditación, de catequesis, de encuentro con otros jóvenes y de un amplísimo programa cultural. En estas jornadas se ha hablado de Dios y del hombre, de la felicidad y de la plenitud. Si alguien buscaba otros mensajes, no los habrá encontrado. Es el Evangelio, la buena noticia que todo hombre anhela albergar en su corazón.

Después de más de dos años de duro trabajo, los organizadores agradecemos a todos la acogida prestada y el respeto. Pero, sobre todo, agradecemos al Santo Padre su presencia. Gracias, Santo Padre.

domingo, 14 de agosto de 2011

ENTREVISTA AL CARDENAL ROUCO SOBRE LA JMJ


Día 14/08/2011 - 02.47h
ÁNGEL DE ANTONIO
El cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, durante un momento de la entrevista con ABC
ÁNGEL DE ANTONIO


La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) vuelve a España después de 22 años. Hasta el momento Santiago de Compostela era la única ciudad española que ostentaba el privilegio de acoger este encuentro del Papa con los jóvenes de todo el mundo. Fue en el verano de 1989, bajo el pontificado de Juan Pablo II y con el cardenal Antonio María Rouco Varela al frente de esa diócesis. El arzobispo de Madrid recibe en su casa a ABC para explicar la enorme trascendencia que este evento tendrá no solo para la Iglesia, sino también para España. El cardenal se muestra convencido del «gran influjo humanizador» de la JMJ, capaz de llevar a la sociedad, en medio de «una crisis que no es solo económica sino también moral» a «una revalorización de virtudes tan elementales como son la humildad, la solidaridad, el sentido de justicia, de la fortaleza y la templanza».

—¿Cómo marchan los preparativos de la JMJ?

—Se dan las dificultades normales en el proceso de ejecución de un programa muy complejo, pero todo va muy bien. Madrid se convertirá estos días en una gran familia de un millón de jóvenes y, como en toda familia, es necesario procurarles un techo para dormir, alimentarles, ofrecerles ayuda espiritual… en una palabra: un marco humano y espiritualmente propicio —¡el mejor!— para ese gran momento con Jesucristo que el Santo Padre quiere y busca para los jóvenes de comienzos del tercer milenio. Una «familia» que pondrá de manifiesto muy sugestivamente lo que es la Iglesia presidida por el Sucesor de Pedro, el Papa, el Padre Común de la cristiandad, que estará presente en Madrid. Todos los actos que se están preparando, desde los festivos hasta los litúrgicos, adquieren por ello significado y proporciones excepcionales.

—¿Hay alguna razón especial para que España haya sido elegida sede de la Jornada Mundial de la Juventud?

—Creo que más de una. La JMJ volvía a Europa después de Sidney (2008). De los grandes países europeos, desde el punto de vista de la implantación de la Iglesia católica en su población, casi todos se habían hecho cargo de una JMJ e incluso Roma había repetido. Por esa razón, el hecho de que Madrid lo pidiera no sonaba extraño. Entre las razones específicas entendíamos que, después de la experiencia de la pastoral juvenil de la Archidiócesis de Madrid, de la misión universitaria, de «la misión joven» y de nuestro plan pastoral se trataba de ampliar ese camino y de poder compartirlo con toda la Iglesia, ofreciéndonos al Santo Padre para que dispusiera de nosotros como fuese más conveniente para los objetivos pastorales de las JMJ. También la peculiaridad de España, forjada por «la catolicidad», es decir, por su vocación histórica de apertura a lo universal jugó a nuestro favor. La Iglesia en España abre en el siglo XVI el capítulo moderno de la historia de la Iglesia con su dimensión misionera enriquecida por un amplísimo y desconocido horizonte de una nueva universalidad. La Iglesia se abría al Nuevo Mundo, recién descubierto.

—Este ambiente que vive España y que el propio Benedicto XVI ha calificado como de un «laicismo agresivo» ¿puede también haber influido finalmente en la decisión?

—No creo. De todos modos, el Santo Padre siempre tiene en cuenta las características humanas y eclesiales del momento y del lugar en que se produce su visita, pero no me parece que ese haya sido el motivo primordial a la hora de tomar su decisión. Si estuviéramos en una situación de una especie de paraíso pastoral y espiritual, el Papa también hubiera elegido España. En cualquier caso es una singularísima gracia de Dios que el Papa nos visite en una situación de crisis moral y religiosa, que no solo afecta a España sino también a Europa. Ya Juan Pablo II exhortaba, con tono muy apremiante, en su visita de 2003 a los católicos españoles y a la Iglesia en España en general a no olvidar nuestra vocación misionera en esta hora histórica de la nueva evangelización de Europa.

—El Papa ha convocado a esta JMJ a creyentes y no creyentes ¿Cuál es el espíritu de este encuentro?

—Mostrar a la Iglesia abierta al mundo en el anuncio del Evangelio, que es una buena noticia para todos los que quieran oírla y que es accesible y suena a la verdad y al bien que el hombre espera cuando no se cierra a Dios. El modo en cómo se presenta y desarrolla la experiencia de la Iglesia en la JMJ hace más fácil que los jóvenes que no son católicos acojan el mensaje y lo comprendan, porque se recibe en un medio humano de gran riqueza espiritual y de gran fraternidad y, por lo tanto, como un testimonio de lo que es el Evangelio, vivido y verificable en la realidad de sus vidas. Estamos felices de que el Santo Padre haya convocado a todos los jóvenes del mundo, sea cual sea la situación de fe en la que se encuentren. Estoy seguro de que muchos vendrán efectivamente con una disposición de ánimo, que se podría caracterizar entre curiosa y escéptica, pero también con una cierta expectación de qué me va a pasar, de que algo nuevo y grande puede ocurrir en mi vida. Para muchos será una conmoción y una conversión que cambia el rumbo de su existencia. Para los que están dentro de la Iglesia: un ir más al fondo de su vocación cristiana, ya sea la del sacerdocio, la vida consagrada o la del matrimonio y la familia cristiana.

—¿Qué impacto cree que puede llegar a tener la JMJ en la sociedad?

—La ciudad de Madrid va a vivir días de alegría verdadera desconocida y contagiosa. De una originalidad que supera los modos de diversión de moda habituales entre muchos jóvenes. Una «movida» excepcional que proporciona alegría a todos y ninguna molestia a nadie. Serán unos días de gozo que nos recordarán que hay una juventud distinta de las que muchos creen que es la corriente y la normal: una juventud abierta a Dios y al Evangelio, que quiere que su vida sea un sí a Dios, y con una sensibilidad hacia el prójimo, hacia sus problemas de paro, familiares o de fracaso profesional, extraordinariamente generosa. En fin, en medio de todo ese tipo de aflicciones que sufren nuestras jóvenes generaciones en nuestra sociedad, se encuentran estos jóvenes dispuestos a ser testigos de una nueva humanidad, abriendo el camino de la civilización del amor. Madrid y también España quedarán por lo menos consoladas y reconfortadas, y recibirán impulso e ilusión para emprender nuevas rutas, con una disposición y una fuerza espiritual que les permita encontrar la justa y solidaria solución a muchos de sus problemas.

—¿Cree que esta JMJ nos va a ayudar a recuperar valores perdidos?


—Va ayudar a todos y, sobre todo, a los jóvenes a situarse en la vida como el lema de la JMJ sugiere: «Firmes en la fe» y gozosos de haber encontrado a Aquel que nos da los fundamentos para poder vivir la fe firme y valerosamente. Que no es lo mismo que decir de forma orgullosa, soberbia o avasalladora, sino serena, plena, no vacilante. Y también con vocación de convertirla en obras, hechos y formas de vida. Eso sí que va a ser un fruto de la JMJ: una renovación de la fe de los jóvenes que vienen y una renovación de la fe de la sociedad que los acoge. Lo cual tiene directamente que ver con la revalorización de virtudes tan elementales como son la humildad, la solidaridad, el sentido de justicia, de la fortaleza y de la templanza. El amor cristiano produce el efecto en las personas de proponerse y comprometerse a organizar el mundo con mayor justicia, de adoptar una actitud frente al prójimo de cercanía, de compañía, de tender la mano, de levantar el corazón y el ánimo. Una experiencia de Iglesia como la JMJ encierra una extraordinaria capacidad de influjo humanizador.

—De todos los encuentros que mantendrá el Papa llama la atención el que tendrá lugar con jóvenes profesores universitarios ¿Tiene un significado especial esta cita?

—Es la primera vez en la historia de las JMJ que sucede. Esperamos mucho de este encuentro, porque no se puede olvidar que la mayoría de los jóvenes que participan en la JMJ son universitarios. Para las jóvenes generaciones resulta fundamental poder encontrar una orientación clara y luminosa de lo que tiene que ser su formación intelectual, inseparable de la búsqueda sincera de la verdad y de la voluntad firme de difusión de la misma. Una formación universitaria bien lograda, intelectual y espiritualmente, da inmediatamente frutos muy fecundos en la vida política, social, cultural y familiar; tan urgentes, por otra parte, en un momento de una crisis tan profunda y compleja como la que vivimos.

—¿Se trata solo de una crisis económica?

—Una crisis económica y financiera ciertamente; pero, además, crisis ética y de concepción del hombre. A veces se piensa y se opera como si fuese posible a corto y medio plazo superar los aspectos más económicos o materiales de la crisis, sin ocuparse del trasfondo moral, espiritual e intelectual, que la envuelve y condiciona en su raíz. El encuentro, por lo tanto, con los profesores universitarios de nuestras universidades no podemos por menos de valorarlo como de providencial. Sintoniza, por otra parte, muy bien con las especiales características de cómo el Santo Padre ejerce su ministerio pastoral en cuanto Pastor y Maestro de la Iglesia Universal.

—¿Echa de menos que esta relación de colaboración sobre todo con el Gobierno central en la organización de este evento no se haya producido en otras cuestiones que han sido primordiales estos años?

—La forma de cooperación tan positiva y tan cordial como se está dando en la JMJ es un buen modelo para el futuro en estas y otras cuestiones en las que están implicadas la misión de la Iglesia y su servicio a la sociedad y a la persona humana. No hay duda de que la JMJ nos está ayudando a apreciar lo que vale un clima de apertura y de comprensión de la misión de la Iglesia, cuando se trata de la búsqueda del bien común, es decir, cuando está en juego una construcción de la sociedad: justa, solidaria, verdaderamente amiga de la dignidad de la persona humana, que se ve expuesta frecuentemente a heridas y desconsideraciones graves, sobre todo, si se muestra pobre, débil e indefensa.

—En España se celebran muchos eventos internacionales, pero en el caso de la JMJ la Iglesia se ha visto de alguna manera «obligada» a justificar la celebración de este evento en los beneficios económicos que conlleva la visita del Papa ¿La Iglesia se siente presionada?

—Son objeciones habituales. También ocurrió en 1989 con la visita del Papa a Santiago. Una objeción, además, muy típica de la sociedad moderna y, comprensiblemente también, de la postmoderna, a la vista del trato que ciertos de sus sectores, suelen dispensar a la Iglesia. Ha tardado en manifestarse y sin excesivos extremismos. La respuesta creo que la ha dado claramente el director financiero de la JMJ, Fernando Giménez Barriocanal. Él ha apurado el argumento y lo ha devuelto en la forma clásica del argumento «ad hominen» de los escolásticos. La visita del Papa no solo no supone un coste adicional sino un beneficio, en tanto se presenta como un momento de nuevas posibilidades económicas para Madrid y para España e, incluso, para el empleo.

—¿Teme que en esta ocasión también se politice la visita del Papa?


—No. Que tenga consecuencias y que se pueda extraer alguna conclusión relacionada con la situación política de España es posible; pero una politización de la visita en sentido estricto, no es de esperar.

—Llevamos muchos años inmersos en un proyecto de «reingeniería social», ¿cree que ha llegado el momento de una regeneración?


—Sin duda. No hay tiempo ninguno que perder en la gran tarea de una renovación profunda de las conciencias y de los ambientes sociales y culturales junto con las condiciones jurídicas, para que el matrimonio y la familia puedan volver a ganarse la ilusión de las generaciones jóvenes. Estoy seguro de que la JMJ va ayudar mucho para que los jóvenes descubran de nuevo lo que significan de bueno y de bello la familia y el matrimonio cristiano como vocación para sus vidas.

PACTO CONTRA LOS CIUDADANOS

Pacto contra los ciudadanos
19 jun 2011
El Público

JORGE FONSECA


El “Pacto por el Euro” fue presentado por el Consejo europeo como un pacto por “la competitividad y el empleo”, “la estabilidad financiera, las finanzas públicas y el euro”, como si un euro sobrevalorado fuese bueno para todos. En realidad es contrario a los intereses mayoritarios, pues destroza la competitividad de las empresas, especialmente pymes, que generan el 80% del empleo, porque el euro fuerte (dólar barato) encarece los productos locales y abarata los de fuera de Europa, provocando déficit comercial, ruina de empresas, desempleo y miseria para millones de trabajadores y una profunda recesión económica que reduce la recaudación impositiva y dispara el déficit y la deuda pública. Las únicas beneficiadas son las grandes transnacionales que deslocalizan su producción a China y otros países, comprando barato empresas locales gracias al euro fuerte y exportando desde allí hacia Europa y EEUU. Especialmente las alemanas, que en la década anterior a la crisis duplicaron su superávit comercial con EEUU.

La recesión y el desempleo masivo dispararon el impago de créditos e hipotecas, jaqueando a la banca que, después de años de especulación con hipotecas, acciones, materias primas y bonos de deuda pública y privada, (creando una burbuja financiera), se enfrentaba a pérdidas y al riesgo de no cobrar los bonos de deuda de los países más desvastados por el euro (Irlanda, Grecia, Portugal y España). Aunque con ayuda de las “agencias de calificación” seguían especulando con sus bonos, con ayuda del Banco Central Europeo (BCE) consiguieron masivas ayudas de dinero y avales de los Estados, que quedaron al borde de la quiebra.

En interés de la banca, el núcleo dominante en la Unión Europea y el FMI bajo la batuta de Alemania impusieron a los países afectados brutales recortes salariales y sociales y el aumento de impuestos al consumo para conseguir superávit que permita pagar la deuda, con un tremendo coste social y más recesión, creando un círculo vicioso de recesión-ajuste- más recesión-más ajuste.

El “Pacto por el Euro” busca garantizar ese ajuste y también mantener un euro sobrevalorado (nada justifica su revalorización del 50% respecto al dólar desde 2003) para beneficio conjunto de las transnacionales y la banca, que otorgó créditos en euros y tiene deudas en dólares, (por lo que, a euro más alto, más ganancia). El BCE, con el argumento absurdo de combatir la inflación, incluso cuando el riesgo es de deflación, en la crisis mantiene los tipos de interés cinco veces más altos que en EEUU, lo que atrae capitales especulativos y revaloriza el euro a costa de encarecer el crédito y acentuar la recesión. Para pagarla, los países con más deuda realizan una masiva privatización de activos públicos (en España desde la muy rentable Loterías del Estado, las Cajas de Ahorro, el abastecimiento de agua, hasta segmentos de la sanidad y la educación, bocados apetitosos que garantizan altas rentas). También bajan impuestos al capital, suben los del consumo y las tarifas de servicios, bajan salarios públicos y privados, reducen pensiones y aumentan los años de trabajo para jubilarse. El Pacto también exige “descentralizar la negociación colectiva” para reducir la fuerza de los sindicatos, y la “flexibilización laboral” para reducir derechos laborales. El “Pacto”, por tanto, es contra Europa y sus ciudadanos y provoca lo contrario a lo que pregona pues empeora la competitividad y multiplica la deuda, divide a los europeos y fortalece a la ultraderecha.

Quizás algunos empresarios crean que les beneficia, pero para la mayoría que vive del consumo interno, y principalmente para las pymes, es un espejismo, pues profundiza la crisis y expande la pobreza, destruyendo el presente y el futuro de generaciones enteras, pues provocará una década de estancamiento, como en América Latina en los ochenta, pues todo esfuerzo por mejorar competitividad es barrido por efecto del euro sobrevalorado.

Los países del Sur deberían exigir una devaluación programada del euro (hasta equipararlo al dólar), que ayudaría a su existencia. Y a la cohesión social, seriamente deteriorada. Además de un euro competitivo se requiere una reforma fiscal que combata el fraude fiscal (podrían obtenerse 50.000 millones), y grave a los 100.000 españoles que concentran un billón de euros de riqueza (con un impuesto del 5% aportarían otros 50.000 millones). También que elimine privilegios fiscales y prohíba operar en paraísos fiscales (el 80% de las empresas del Ibex35 lo hacen). La creación de una banca pública eficiente con control ciudadano a partir de las Cajas de Ahorro, en vez de privatizarlas, ayudaría a financiar un nuevo modelo productivo y un plan para recuperar la economía y la confianza de los ciudadanos, muy debilitadas. También hay que desandar la reforma laboral y la de pensiones, ayudar a familias al borde del desahucio en vez de a la banca y adoptar medidas que reactiven la economía (empleo público de parados para cumplir con la Ley de Dependencia, por ejemplo), y que combatan la exclusión social. Estas podrían ser las bases para una democracia auténtica que acabe con el totalitarismo de mercado, en el que el capital financiero suplanta a la voluntad ciudadana.

Jorge Fonseca es catedrático EU de Economía APlicada de la Universidad COmplutense y miembro del COnsejo Científico de Attac.

viernes, 12 de agosto de 2011

ALEMANIA DEBE DEFENDER EL EURO

Alemania debe defender el euro

Por George Soros, presidente de Soros Fund Management y del Open Society Institute. Traducido al español por Leopoldo Gurman (Project Syndicate, 11/08/11):


Los mercados financieros detestan la incertidumbre; por eso han entrado en modo de crisis. Los gobiernos de la eurozona han dado algunos pasos significativos en la dirección adecuada para resolver la crisis del euro, pero, obviamente, no avanzaron lo suficiente como para tranquilizar los mercados.

En su reunión del 21 de julio, las autoridades europeas aprobaron un conjunto de medidas parciales. Decidieron que su nueva agencia fiscal, el Fondo Europeo para la Estabilidad Financiera (EFSF), debe ocuparse de los problemas de solvencia, pero no aumentaron su tamaño. Esto no fue suficiente para establecer una autoridad fiscal creíble para la zona del euro. Y el nuevo mecanismo no entrará en funcionamiento al menos hasta septiembre. Mientras tanto, la disposición sobre liquidez del Banco Central Europeo es la única forma de evitar un colapso en el precio de los bonos emitidos por varios países europeos.

De igual forma, los líderes de la eurozona ampliaron las atribuciones del EFSF para incluir la solvencia de los bancos, pero no llegaron a transferir la supervisión de los bancos de las agencias nacionales a un organismo europeo. Y ofrecieron un paquete de ayuda ampliada a Grecia sin generar credibilidad sobre el éxito del rescate: organizaron la participación de los tenedores de bonos en el paquete de rescate griego, pero el acuerdo benefició más a los bancos que a Grecia.

Tal vez lo más preocupante es que Europa finalmente reconoció el principio –aceptado desde hace mucho tiempo por el FMI– de que los países en los programas de rescate no deben ser penalizados a través de las tasas de interés, pero ese mismo principio no se hizo extensivo a los países que aún no participan en los programas de rescate. Como resultado, España e Italia han tenido que pagar mucho más por su endeudamiento que lo que reciben de Grecia. Esto les da derecho a optar por salirse del rescate griego, planteando la perspectiva de que el paquete puede venirse abajo. Los mercados financieros, reconociendo esta posibilidad, aumentaron la prima de riesgo sobre los bonos españoles e italianos hasta niveles insostenibles. La intervención del BCE ayudó, pero no solucionó el problema.

La situación se está tornando intolerable. Las autoridades tratan de ganar tiempo, pero el tiempo se acaba. La crisis se acerca rápidamente a un punto culminante.

Alemania y los demás miembros de la zona del euro con calificaciones AAA deberán decidir si están dispuestos a arriesgar su propio crédito para permitir que España e Italia refinancien sus bonos a tasas de interés razonables. De lo contrario, España e Italia serán empujadas inexorablemente hasta caer en programas de rescate. En resumen, Alemania y los demás países con calificaciones de bonos AAA deben acordar algún tipo de régimen de eurobonos. De otra forma, el euro se vendrá abajo.

Debe reconocerse que una cesación de pagos o una salida desordenada de la eurozona, incluso de un país pequeño como Grecia, desencadenaría una crisis bancaria comparable a la que causó la Gran Depresión. Ya no se trata de si vale la pena mantener una moneda común. El euro existe y su colapso causaría pérdidas incalculables al sistema bancario. Por lo tanto, la elección a la que se enfrenta Alemania es más aparente que real: y es una decisión cuyo costo aumentará a medida que la posponga.

La crisis del euro tuvo su origen en la decisión de la canciller alemana Angela Merkel, tomada luego de la quiebra de Lehman Brothers en septiembre de 2008, estableciendo que la garantía contra futuras cesaciones de pagos sería responsabilidad individual de cada país y no de la Unión Europea. Y fue la pérdida de tiempo alemana que agravó la crisis griega y causó el contagio que la convirtió en una crisis existencial para Europa.

Solo Alemania puede revertir la dinámica de la desintegración europea. No será fácil: Merkel, después de todo, percibió correctamente el humor de los alemanes cuando tomó su fatídica decisión, y la atmósfera política interna desde entonces se ha tornado aún menos favorable a extender el crédito al resto de Europa.

Merkel puede superar la resistencia política solo en una atmósfera de crisis, y solo en forma gradual. El paso siguiente será ampliar el EFSF; pero, para cuando eso se logre, la calificación AAA francesa podría ya estar en peligro. De hecho, para cuando Alemania acepte un régimen de eurobonos, su propia calificación AAA podría verse comprometida.

La única forma en que Europa puede escapar de esta trampa es anticipando las reacciones de los mercados financieros en vez de ceder ex post a sus presiones. Esto exigirá un intenso debate e introspección, especialmente en Alemania que, siendo la mayor y mejor calificada economía de la UE, se ha visto colocada en la posición de decidir el futuro de Europa.

Es un rol que Alemania ha evitado intensamente y que continúa sin deseos de aceptar. Pero la decisión para Alemania verdaderamente no es tal. Una ruptura del euro precipitaría una crisis bancaria que superaría la capacidad de control de las autoridades financieras mundiales. Cuanto más demore Alemania en reconocer esto, mayor será el precio que deberá pagar.